Caroline
Terminé de aplicar cuidadosamente una capa de rímel en mis pestañas, realzando mi mirada con cada movimiento suave del cepillo. Con habilidad, deslicé un toque sutil de colorete en mis mejillas, resaltando el rubor natural que iluminaba mi rostro. Luego, con un delicado pincel, apliqué un suave brillo de gloss en mis labios, dándoles un toque de sensualidad y un resplandor irresistible.
Mientras me contemplaba en el espejo, mis ojos se posaron en mi abdomen, acariciándolo con ternura y una sonrisa radiante en mis labios. En ese pequeño espacio, llevaba el tesoro más preciado: el fruto del amor compartido con el hombre al que adoraba incondicionalmente. Sentí una oleada de emociones abrumadoras: la felicidad y la gratitud por la vida que crecía dentro de mí, la alegría de saber que estábamos creando una nueva vida juntos, un lazo indeleble que nos uniría para siempre.
Caminé hacia mi armario y busqué qué ponerme. Henry me había enviado un mensaje de texto diciendo que pasaría a recogerme a las cinco de la tarde. A pesar de ser sábado, hubo una reunión de emergencia en la empresa y tuvo que asistir.
Perdí la cuenta de cuántos vestidos me probé. Olivia, Kassandra y Alina estaban en videollamada conmigo, me probaba vestidos a ver por cual ellas votaban.
—Ese, yo voto por ese.— gritó Olivia desde el otro lado de la pantalla.
—Yo también.— coincidió Alina con una gran sonrisa.
Estábamos las cuatro conectadas.
—Voto por el color rosa.— sugirió Kassandra entre mordiscos a su hamburguesa. — Aunque Realmente todos te quedan hermosos, vamos eres Caroline, eres hermosa con lo que te pongas.
—¿Ya te dijo a dónde van?— preguntó Olivia curiosa.
—No, solo me dijo que era una sorpresa.— respondí sonriendo.
Me deslizé dentro de un hermoso vestido azul pálido que se ajustaba a mi figura de manera perfecta. Su largo fluía elegante hasta mis pies, mientras una seductora abertura en la pierna derecha añadía un toque de sensualidad. El escote pronunciado en la parte superior del pecho realzaba mis atributos, mientras que la espalda abierta dejaba al descubierto un destello de piel.
Con delicadeza, solté mi cabello y dejé que cayera en suaves ondas hasta los hombros, enmarcando mi rostro con un toque de naturalidad. Para complementar mi apariencia, elegí unas sandalias doradas, cuyas tiras se ajustaban con elegancia en mis tobillos, brindándome comodidad sin perder la sofisticación.
Así, lista y radiante, me sentí lista para enfrentar cualquier sorpresa que me esperara en ese día lleno de promesas.
—Demonios bebé, Henry tiene suerte de tenerte como mujer, futura esposa y madre de sus hijos.— expresa Kassandra llorando.
—Aww, ¿te has puesto a llorar? Me harás llorar a mí.— digo con cariño y un nudo en la garganta.
—No lloren, arruinarán su maquillaje y ya es casi hora de que te vayas. Estás preciosa, eres la embarazada más hermosa del universo. Muero porque tu barriguita crezca.— exclamó Alina emocionada.
—Seré yo la madrina, no se emocionen tanto.— dijo Olivia saliendo en defensa. Todas comenzaron a pelear en broma.
—Basta, todas serán madrinas. Fin de la historia. Las dejo, chao. Les contaré los detalles luego.— me despedía con una gran sonrisa, esas mujeres llenaban de felicidad mi vida, las amo y no sé qué sería de mí sin ellas.— Las amo.— grito antes de cortar todas me gritan "te amamos."
Henry llegó a casa y se quedó observándome con una gran sonrisa, se acerca a mi me toma de la mano girándome para que diera una vuelta.
—Estas hermosa.— murmura acercándome a su cuerpo y besándome. — Te amo, tomare una ducha para irnos.
ESTÁS LEYENDO
MC | Complaciendo al Magnate © (18+) ¡María Del Mar! (NUEVA EDICIÓN)
Romansa[COMPLETADA] ¿Qué puede ser más peligroso que la satisfacción y el poder? ¿ El amor y la desilusión? ¿El negocio mezclado con el placer? Henry Ivanov, un atractivo magnate Alemán, describe a Caroline Collins como una mujer hermosa, segura de sí mism...