CAPÍTULO 24: Caroline
Las lágrimas brotan de los ojos de Alina mientras tomo sus manos entre las mías con ternura.
— Yo quería pedirte perdón, y acepto si no lo haces. Lo entiendo por completo — confiesa, su voz cargada de emoción.
— Te perdono — interrumpo con suavidad, viendo su ceño fruncido por la confusión.
— Pero, ¿por qué? — susurra, secando sus lágrimas.
— Sabes que odio las mentiras, Ali. Pero también sé que caí en su juego y no puedo culparte por ello. Solo promete que nunca más me ocultarás algo así. Te amo y nuestra amistad es preciosa, no permitiré que ningún hombre la dañe — la tranquilizo mientras la miro fijamente.
— ¿Qué? — pregunta con curiosidad y preocupación.
— ¿Por qué no me dijiste que te gustaba y dejaste que algo pasara entre nosotros? — confieso sinceramente.
— Porque después de confesarle mis sentimientos, él me rechazó. Pensé que merecía ser feliz, así que cuando te pidió salir contigo, no me opuse. No quería interferir en nuestra amistad — explica con tristeza.
— Tranquila, Ali. La próxima vez, solo háblame honestamente y todo estará bien. Sé sincera y evitaremos malentendidos — la abrazo, dejando un suave beso en su frente.
— Ayer me llamó y me dijo que todo fue un error. Me pidió que dijera que estábamos borrachos, y es la verdad. Todo lo que te dijo es verdad. Fui yo quien fue hacia él, lo seduje, hice todo — dice entre sollozos.
— Lo que pasó ya no importa. Es pasado y ya no me importa Ian. Tampoco debería importarte a ti. Solo quiero que estemos bien. Cuando terminemos este caso, iremos a mi casa. Tomaremos una botella de vino y veremos películas de romance hasta que no queden más lágrimas. Olvidemos lo de Ian — la reconforto con una sonrisa.
— Las chicas me odiarán — susurra y niego, acariciando su mejilla.
— Ellas entenderán, así como entendí yo, además es algo entre nosotras dos y nadie más, ¿ok?
— Te amo, Caroline. No sé qué haríamos sin ti, no quería perderte, ¿lo sabes, verdad? — expresa, mostrando su gratitud.
— Yo también las amo a todas. No podría estar sin ustedes, sería un desastre total. Y gracias por defenderme de ese machista — río y rodó los ojos.
— Siempre, le daría un golpe, pero no lo hago porque luego me despiden — ambas reímos juntas mientras salimos abrazadas de mi oficina, regresando al salón de conferencias.
Estuvimos horas trabajando en el caso. Conseguimos toda la información y se la enviamos a Henry por email. Recopilaremos todas las evidencias, pruebas y más.
Salimos alrededor de las ocho de la noche y nos dirigimos a mi apartamento. Olivia también está con nosotras. Compramos una deliciosa pizza que devoramos rápidamente y dos botellas de vino. Le avisé a Henry que las chicas estarían aquí, así que no vendría por nada del mundo.
Henry:
"Cuando se vayan, avísame. César pasará a buscarte."Una sonrisa se dibuja en mis labios mientras respondo su mensaje. Una hora después, finalmente las chicas se van. Reviso la hora en mi iPhone y marca las diez y treinta.
«Las chicas se han ido.»
Henry:
«Lo sé, César está abajo esperándote..»Una nueva sonrisa se forma en mi rostro al leer su mensaje. Luego, me dirijo al baño, me despojo rápidamente de la ropa y enciendo la ducha. Intento no demorarme mucho y, al salir, me envuelvo en una toalla alrededor de mi cuerpo. Me dirijo al armario y elijo un vestido corto blanco con la parte de arriba en encaje junto con unos tacones dorados. Tomo mis cosas y bajo en el ascensor. Al salir de las puertas de cristal, veo la camioneta y a César esperándome.
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MC | Complaciendo al Magnate © (18+) ¡María Del Mar! (NUEVA EDICIÓN)
Romance[COMPLETADA] ¿Qué puede ser más peligroso que la satisfacción y el poder? ¿ El amor y la desilusión? ¿El negocio mezclado con el placer? Henry Ivanov, un atractivo magnate Alemán, describe a Caroline Collins como una mujer hermosa, segura de sí mism...