Capítulo 21:
—¿Me estás jodiendo verdad? —expresa Olivia desde el otro lado de la pantalla.
—No, esas fueron exactamente sus palabras, querida. —me tomaba una copa de vino justa y necesaria, hace dos horas Ian se había ido y le contaba a Olivia lo sucedido.
—Pero es que es muy jodido, por Dios, ¿qué carajos le pasa a Alina?
—Es que, joder, Oliv, si está enamorada de Ian, ¿por qué carajos no decírmelo antes? Somos amigas, yo nunca les haría algo así.
—Por supuesto que lo sé, querida. Ninguna haríamos algo así, llevamos siendo amigas las cuatro hace más de cinco años. —Olivia niega.
—Sí. —Murmuré, juro que ya me duele la puta cabeza de darle tantas vueltas al asunto.
—¿Hablarás con ella mañana?
—No lo sé, necesito tiempo para procesar esto y lo mejor será no verlos a ningunos por el momento.
—¿Se supone que debamos actuar normal con ella? Yo quiero insultarla...
—No, por favor, yo no quiero que ustedes tengan problemas. Esto es un asunto entre ella y yo.—, Escucho un sonido en la puerta de mi apartamento.
—¿Crees que sea Ian, que haya vuelto? —Olivia pregunta molesta, pero rápidamente recordé que Henry vendría, miré la hora, eran las siete y quince de la noche.
—No lo sé, debo cortarte, te llamaré luego, iré a ver quién es. Adiós, nena. —Corté la llamada sin pensarlo dos veces, camine hasta la puerta y la abrí.
—Hey. —Susurra Henry con una media sonrisa en la comisura de sus labios, sus ojos azules centelleando con una mezcla de deseo y posesión al encontrarse con los míos.
—Hola. —Digo con una sonrisa, sintiendo su mirada intensa sobre mí, como si quisiera devorarme con los ojos.
Maldito, ¿por qué estás tan jodidamente bueno? Se acerca a mí con suavidad, me toma de la cintura y besa mis labios con una pasión ardiente, sus manos apretándome con firmeza contra su cuerpo.
—Ay, por dios, necesitaba esto. —murmuró entre besos, sintiendo el roce de sus labios contra los míos, mientras sus manos exploran mi espalda con un toque posesivo, como si quisiera marcarme como suya.
—¿Qué carajos hacía ese tipo aquí? —Me toma del mentón para que lo mire, la oscuridad y la furia en sus ojos era más que descifrable, su mirada casi quemándome con su intensidad.
—Vino porque quería verme, pero lo he mandado al infierno. No tienes por qué preocuparte.
—No lo quiero aquí, si vuelvo a enterarme o ver que está cerca de ti, lo enterraré vivo. —Murmura con furia, sus ojos azules brillando con una determinación peligrosa.
—Espera, ¿cómo supiste? ¿Acaso ya colocaste cámaras y no me enteré? —inquiero, sintiendo una punzada de intriga mientras lo miro, preguntándome qué otras medidas de seguridad habrá tomado.
—No estoy jugando, Caroline. No quiero que ese hijo de puta esté cerca de ti, nadie que te haya tocado. —me toma de la barbilla con firmeza para que lo mire a los ojos, sus mirada azul eléctrico chispeando con determinación mientras roza sus labios contra los míos en un gesto cargado de posesión.
—No volverá, en serio he terminado de lleno con él. —susurro con suavidad, sintiendo cómo se acerca a mi cuello y me da pequeños mordiscos, tomando mechones de mi cabello y tirando suavemente hacia atrás, lo que me hace jadear de placer y deseo.
—Más te vale, si no te lo juro que yo mismo me encargaré de alejar a ese hijo de puta de tu lado. —su voz resuena con autoridad, su tono grave y serio.
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MC | Complaciendo al Magnate © (18+) ¡María Del Mar! (NUEVA EDICIÓN)
Lãng mạn[COMPLETADA] ¿Qué puede ser más peligroso que la satisfacción y el poder? ¿ El amor y la desilusión? ¿El negocio mezclado con el placer? Henry Ivanov, un atractivo magnate Alemán, describe a Caroline Collins como una mujer hermosa, segura de sí mism...