CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

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O35 | I'M RIGHT HERE

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O35 | I'M RIGHT HERE

El sonido de mi teléfono ensordecedor fue el que me despabiló esa mañana. Gemí por el sonido y comencé a palmar la mesita de luz en busca del celular para apagarlo. No recordaba haber puesto una alarma.

—Mhm, rubia... —se quejó Ethan desde el colchón de abajo, cubriéndose con las sábanas en busca de aislarse del ruido incesante.

—Lo siento —dije con voz rasposa por el sueño. Como aún no podía abrir bien los ojos, el confiar en que mi mano encontraría el aparato era mi única expectativa.

Me incliné aún más para poder parar el ringtone del teléfono. Pero gracias a que no estaba 100 por ciento consciente de mi espacio y lugar a esa hora, terminé por caerme de la cama.

Que bella forma de comenzar un sábado.

—Mierda —maldije, intentando recomponerme.

Creo que olvidé mencionar que había caído sobre Ethan... pues lo hice—. Carajo —soltó, pues terminé de arruinar su sueño reparador. Ethan me sostuvo de la cintura para que dejase de moverme torpemente e intentar levantarme—. Daria, espera —dijo con voz rasposa, pero era inútil. Yo seguía tratando de encontrar el equilibrio.

—Perdón, perdón, lo siento —me disculpé removiéndome en mi lugar, pero al estar enredada por las sábanas de Ethan y tropezando al no saber si apoyar mi mano en su cuerpo o en la cama, era un caso perdido.

Ethan me abrazo con un brazo y presionó mi torso contra el de él, haciendo que automáticamente cesara mis constantes movimientos al estar expectante de saber porqué había hecho eso. Con el otro brazo libre se las arregló para enderezarse aún teniéndome encima, y poder alcanzar la cima de la mesita. Bajó el celular rápidamente pues estaba notoriamente más despabilado que yo, y miró la pantalla una vez antes de bufar.

—Es para ti —dijo, apretando su mandíbula molesto. Giró el teléfono hacia mi dirección para mostrarme que era Bash el que estaba llamando.

¿Bash? ¿Qué es lo que quería él ahora?

Le dediqué una mirada de disculpa a Ethan y luego redirigí mis ojos al aparato, debatiéndome entre contestar o no—. Yo... —no pude terminar mi oración con Ethan, me sentía avergonzada de que éste haya sido el motivo por el cual lo desperté.

—Está bien, atiende —dijo, adoptando una postura más tranquila que la de antes.

Le agradecí con la mirada y sostuve el celular en mis manos. Salí del regazo de Ethan para caminar hasta fuera de la habitación.

SHIVERS © [Ethan Landry] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora