CAPÍTULO CUARENTA Y OCHO

3.9K 488 159
                                    

O48 | FIGHT FOR YOUR LIFE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


O48 | FIGHT FOR YOUR LIFE

—Pues lo matamos.

Ese era el puto plan: matar a Ghostface. Eso había dicho Tara y todos habíamos estado de acuerdo con su propuesta, aunque las miradas tensas que compartimos Ethan y yo hubieran sido suficiente evidencia para que la morena se diese cuenta de que algo no andaba bien.

El teatro era nuestro principal destino, ese lugar que no me agradaba en ningún tipo de sentido para ser sincera. Sin embargo, si queríamos atrapar a los asesinos, ahí era donde teníamos que ir.

Debíamos tomar el metro para llegar, una opción que no me pareció para nada incómoda hasta que vimos la cantidad de gente que había tenido nuestra misma idea.

—¡Ethan! ¡Ethan! —le grité en cuanto la gente comenzó a ponerse en medio de nosotros y nuestra distancia aumentó.

Noté que se giró un momento a verme antes de seguir su camino. Después de todo, se le haría imposible volver a donde estaba yo.

No tardamos demasiado en entrar al metro. Yo, Tara, Chad y Sam. No podía decir que estaba tranquila, de hecho podría alegar que estaba aterrorizada. Gente con la máscara de Ghostface nos rodeaban completamente.

Sam aseguró su agarre en mi brazo al ver la escena.

—No se separen.

Todos asentimos a su petición. No pensábamos hacerlo de todos modos.

El teatro era un lugar frío, misterioso. Es por eso que yo no me sentía segura allí. Sabía que con Ethan de mi lado, mi vida estaba protegida. Pero no podía decir lo mismo de los otros.

Kirby estaba con nosotros. No noté el momento en el que nos dejó solas a Sam y a mí por estar muy preocupada rondando el salón de máscaras.

—Sabes que aquí no estás a salvo, ¿cierto? —y, de nuevo, esa voz se hizo presente en uno de los maniquíes.

—¿Tú de nuevo? —pregunté, volteando a su dirección para encontrar el rostro de mi padre reflejado en el vidrio.

—Vamos, eres mi hija, no esperes que te deje sola en un lugar como este —dijo, ladeando su cabeza levemente antes de echar una mirada rápida hacia abajo—. Toma la máscara, Daria.

Fruncí el ceño. Ya habíamos pasado por esta situación.

—¿De qué mierda me hablas?

SHIVERS © [Ethan Landry] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora