CAPÍTULO VEINTINUEVE

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O29 | LET'S DO IT

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O29 | LET'S DO IT

Si pudiera volver a ese momento en donde la botella cayó en la única persona que desearía que jamás siquiera se hubiera acercado a la ronda, podría describirles la escena más detalladamente, porque créanme que lo valía.

Valía la pena describir el rostro de las chicas entre impactado, desbordado de intriga y con algo de pena por mi situación. Anika solo podía tapar su boca con sus manos como si así pudiese evitar vomitar toda la sorpresa que recorrió su cuerpo en ese mismo instante. Algo de lastima en sus ojos me hubiese hecho sentir aún más pequeña de lo que me sentía en ese momento. Claro, todo esto si hubiese tenido la capacidad física y mental para salir del pozo en el que parecía que había caído y prestar atención a mi alrededor.

Mindy tomó lo que pasó con más gracia en su expresión. Su mueca no demostraba ni una pizca de compasión o dramatismo. Al contrario, ella y Chad lucían como si estuvieran a punto de traer unas palomitas para disfrutar el espectáculo. Al parecer mi sufrimiento sirve como entretenimiento para ambos morenos cuyas sonrisas emocionadas no encajaban con la tensión que se creó en el ambiente.

Yo, mientras tanto, no podía quitar mis ojos de esa maldita rubia que conocí en la barra de la cafetería. ¿Por qué había venido? ¿Acaso alguien la había invitado? No había compartido más de tres diálogos con ella, lo acepto, pero aún así, ¿mi suerte podría ser peor?

Aunque justo allí mi cuerpo estaba inmóvil y a duras penas me las arreglé para tragar saliva, lo único que deseaba era abalanzarme sobre Ethan para sacarlo del lugar y que ninguna otra rubia como esa se le acercasen. Yo soy la única rubia que puede permanecer en su vida.

Sin embargo, me contuve. Cerré mi boca que había quedado abierta por el impacto que atravesé unos segundos atrás y opté por observar. No porque quisiera, es más, sentía que vomitaría si seguía mirando como si estuviera pasando el mejor rato de mi vida. Lo hacía porque quería probar a Ethan. ¿Suena tóxico? No lo sé realmente, tampoco me importaba. Lo único que sabía es que todo a mi alrededor había desaparecido para que lo único importante allí fuésemos nosotros dos.

¿Qué decisión tomaría? ¿Besaría a la rubia? ¿O la rechazaría? En una situación normal estaría segura de que no lo pensaría dos veces antes de correr hacia mí, alegando de que lo estaban acosando. Pues ya sabía desde antes que Ethan no se caracterizaba particularmente por su carisma frente a su ganado femenino, pero claro, esto es porque él elige que así sea. Si quisiera ser un encanto frente a todas las que tiene a sus pies, créanme que podría comerse el mundo de un bocado literalmente. Y eso lo digo porque decidió sacar a la luz todo ese deleite únicamente frente a mí.

Empero, en esta situación él era impredecible. ¿Y si optaba por molestarme tal y como yo lo molesté a él en mi cumpleaños? ¿Y si le divertía ver como se me salía una vena de la frente por la furia e impotencia del momento? ¿Y si se proponía jugar con ello y mis emociones? No sabría lo que haría. Soy una persona bastante impulsiva, así que podría entre saltar hacia la rubia con un cuchillo, o saltar hacia Ethan con un cuchillo. A quien sea que tenga más cerca.

La rabia solo pudo palmar mi mandíbula tensada en cuanto vi la sonrisa picarona de la rubia. ¿Tenía que disfrutarlo tanto? Era simplemente un beso por un maldito juego, ¡hasta te rechazo cuando fuiste por él a su cafetería? ¿Qué otra indirecta directa crees necesitar para entender que no le interesas y que no tienes oportunidad?

Yo tengo oportunidad, a mí me invitó a salir.

Ethan me dirigió una última mirada que no pude descifrar antes de girarse a la rubia que parecía querer comerlo con sus ojos. ¿Era bonita? Sí, claro, era preciosa y esa era otra razón por la que no aprobaba que se acerque a mi Ethan. Nótese la importancia del "mi" en esa oración.

Ella caminó hasta llegar frente a él y colocarse entre sus piernas. Ethan estaba sentado, así que para ella no fue difícil arrodillarse y colarse en el espacio que la distancia entre sus rodillas le aportaba. ¿Desde cuando esto se iba a volver un espectáculo sexual? Creí que solo tenía que ser un beso. Y ni siquiera estoy tan conforme con esa idea. Así que que se aleje, no necesitas estar tan cerca de alguien para besarlo.

—Veo que las cosas no van bien con tu novia. Que bueno que te diste cuenta que mereces algo mejor —escuché que ella le susurró a Ethan en el oído.

Oh, no. Sentí como mi mandíbula caía por el descaro que había tenido esta chica. Hasta ahora yo había sido muy amable con ella, jamás le hablé mal ni fui descortés aunque solo nos hayamos visto una vez en la vida, esa vez yo fui súper educada. Pero ahora me arrepiento completamente de haberme sentido mal por criticarla, merece esos insultos más que nadie.

No me paré a fijarme en el rostro de Ethan antes de levantarme del suelo y caminar con decisión hasta su dirección. Justo cuando pasé por su lado, alcé a Ethan de un tirón en su brazo que hizo que debiese ponerse de pie.

—Para tu información, él prefiere a rubias naturales —le dije a la chica que me dirigió la cara de odio más profunda que alguna vez vi en mi vida antes de arrastrar a Ethan por su brazo hasta un pasillo más vacío de la casa.

Siguió mis pasos sin decir ni una palabra, supongo que él había deducido que era lo que le convenía. En cuanto llegamos a un espacio más aislado que el resto de la fiesta, tomé a Ethan de los hombros y lo presioné contra la pared.

El desconcierto en sus ojos no frenó la seguridad que tenían los míos. Y tampoco detuvieron a mi boca de no tirarse al vacío en cualquier ataque que la tome por sorpresa.

—Hagámoslo —dije, logrando que el ceño de Ethan solo se frunza más y más.

—Hagamos, ¿qué exactamente? —preguntó con la mente en otra sincronía completamente distinta.

—Hagámoslo —repetí—. Vayamos a una cita.


𝐒𝐇𝐈𝐕𝐄𝐑𝐒 | 𝟶𝚆𝙴𝚂𝚃𝙴𝚁𝙻𝚄𝙽𝙳
21/o4/2023

SHIVERS © [Ethan Landry] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora