-Buenos días -murmuré hacia Gavi acariciando su nuca.
Soltó un bufido y rodeó mi cuerpo con el brazo para acercarme a él. Sonreí y besé su pelo de forma suave.
Sabíamos que era bastante tarde, pero todavía no habíamos tenido oportunidad de descansar bien, así que no le dimos demasiada importancia.
-¿Y si hoy no salimos de la cama? -preguntó Gavi sin abrir los ojos.
Yo solté una risita y él sonrió leve.
-Podemos quedarnos aquí todo lo que quieras -accedí rápido.
Entonces abrió un ojo y me miró feliz.
-Me encanta estar aquí contigo, pero tengo mil ganas de que nos vayamos a casa juntos -dijo después.
-¿Por? -sonreí dulce.
Entonces la puerta de nuestra casa se abrió mientras las voces de Pedri y Ansu se empezaban a escuchar.
-Por eso -rodó los ojos el sevillano.
Yo reí y di un beso sobre su pelo.
-¿Pero qué hacéis? -preguntó Ansu mirándonos al llegar al lado de nuestra cama.
-No sé, pero me uno -se tiró Pedri encima de nosotros.
-Vale, pues yo también -lo imitó el otro.
-¡Au! Cuidado -me quejé cuando Pedri me clavó un codo en el cuádriceps.
-Joder -intentó librarse Gavi.
Los otros dos rieron y nosotros logramos apartarnos de debajo.
-¿Qué hacemos hoy? -preguntó Ansu.
-No lo sé, luego le pregunto a Sira -contesté cogiendo el móvil.
En realidad sí sabía lo que íbamos a hacer, pero no podía decirlo, porque ni ellos ni mi amiga sabían qué era lo que iba a pasar.
Justo en ese momento el nombre de Ferrán apareció sobre mi pantalla mientras me llamaba.
Salí hacia la terraza y lo cogí.
-Dime -contesté dándoles la espalda a los chicos.
-¿Estás lista? -se interesó.
-No, pero están todos aquí, así que puedo inventarme una excusa para los tres a la vez -ideé.
-Genial, a ver qué me invento para Sira -dudó al otro lado.
Asentí y después de despedirme colgué.
-Voy a ducharme -informé hacia los chicos.
-Espérame -pidió Gavi sin moverse.
-Es que tengo un poco de prisa -dije cogiendo ropa de la maleta.
-¿Prisa para qué? -frunció el ceño Pedri.
-Es que Ferrán quiere comprarle un vestido a Sira y me ha pedido que fuera con él -contesté sin más.
-¿Y no podemos ir todos? -intervino Ansu.
-No porque así os quedáis con Sira -expliqué.
Asintieron sin darle importancia pero un poco confusos.
Entré al baño y me di una ducha rápida. Estaba muy nerviosa. Obviamente no iba a acompañar a Ferrán a comprar un vestido, sino a planear la pedida de mano de Sira.
Me había dicho que quería pedirle que se casara con él en las Maldivas porque era el sitio favorito de ella, y a mí no podía parecerme más romántico. Sin duda era un gran viaje, y eso quedaría para siempre en su recuerdo. Era demasiado bonito.
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El destino, supongo.
FanfictionSofía es una chica de lo más normal, que vive en Sant Cugat, Barcelona. A sus 20 años, le han ofrecido el trabajo de sus sueños, en una importante empresa de la capital catalana. Ella se ve dispuesta ya a empezar una nueva vida, sin embargo, todo ca...