Capítulo 47. ¿Quieres casarte conmigo?

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-Buenos días -murmuré hacia Gavi acariciando su nuca.

Soltó un bufido y rodeó mi cuerpo con el brazo para acercarme a él. Sonreí y besé su pelo de forma suave.

Sabíamos que era bastante tarde, pero todavía no habíamos tenido oportunidad de descansar bien, así que no le dimos demasiada importancia.

-¿Y si hoy no salimos de la cama? -preguntó Gavi sin abrir los ojos.

Yo solté una risita y él sonrió leve.

-Podemos quedarnos aquí todo lo que quieras -accedí rápido.

Entonces abrió un ojo y me miró feliz.

-Me encanta estar aquí contigo, pero tengo mil ganas de que nos vayamos a casa juntos -dijo después.

-¿Por? -sonreí dulce.

Entonces la puerta de nuestra casa se abrió mientras las voces de Pedri y Ansu se empezaban a escuchar.

-Por eso -rodó los ojos el sevillano.

Yo reí y di un beso sobre su pelo.

-¿Pero qué hacéis? -preguntó Ansu mirándonos al llegar al lado de nuestra cama.

-No sé, pero me uno -se tiró Pedri encima de nosotros.

-Vale, pues yo también -lo imitó el otro.

-¡Au! Cuidado -me quejé cuando Pedri me clavó un codo en el cuádriceps.

-Joder -intentó librarse Gavi.

Los otros dos rieron y nosotros logramos apartarnos de debajo.

-¿Qué hacemos hoy? -preguntó Ansu.

-No lo sé, luego le pregunto a Sira -contesté cogiendo el móvil.

En realidad sí sabía lo que íbamos a hacer, pero no podía decirlo, porque ni ellos ni mi amiga sabían qué era lo que iba a pasar.

Justo en ese momento el nombre de Ferrán apareció sobre mi pantalla mientras me llamaba.

Salí hacia la terraza y lo cogí.

-Dime -contesté dándoles la espalda a los chicos.

-¿Estás lista? -se interesó.

-No, pero están todos aquí, así que puedo inventarme una excusa para los tres a la vez -ideé.

-Genial, a ver qué me invento para Sira -dudó al otro lado.

Asentí y después de despedirme colgué.

-Voy a ducharme -informé hacia los chicos.

-Espérame -pidió Gavi sin moverse.

-Es que tengo un poco de prisa -dije cogiendo ropa de la maleta.

-¿Prisa para qué? -frunció el ceño Pedri.

-Es que Ferrán quiere comprarle un vestido a Sira y me ha pedido que fuera con él -contesté sin más.

-¿Y no podemos ir todos? -intervino Ansu.

-No porque así os quedáis con Sira -expliqué.

Asintieron sin darle importancia pero un poco confusos.

Entré al baño y me di una ducha rápida. Estaba muy nerviosa. Obviamente no iba a acompañar a Ferrán a comprar un vestido, sino a planear la pedida de mano de Sira.

Me había dicho que quería pedirle que se casara con él en las Maldivas porque era el sitio favorito de ella, y a mí no podía parecerme más romántico. Sin duda era un gran viaje, y eso quedaría para siempre en su recuerdo. Era demasiado bonito.

El destino, supongo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora