Capítulo 60. ¿Ahora?

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Las puertas del ascensor se abrieron y los cuatro salimos de él a la vez.

-¿Quieres entrar tú primero o algo? -preguntó Pedri hacia Gavi.

-No, es igual -negó rápido.

-¿Entrar a dónde? -fruncí el ceño.

Pedri me miró sonriente y Gavi negó con la cabeza.

-Menos mal que no nos hemos tenido que ir muy lejos, sino no calla -se quejó Ansu.

-Oye -lo miré haciéndome la ofendida.

Frenamos frente a una puerta bastante grande y yo me solté la mano de Gavi. Solo esperaba que no se le hubiera pasado por la cabeza hacerme hablar con mi padre o alguna cosa así.

-Si no me decís qué es os juro que no entro -aseguré.

Gavi chasqueó la lengua y miró a sus amigos.

-Muy bien estaba saliendo todo -murmuró.

Ellos asintieron y yo empecé a ponerme nerviosa otra vez.

-Yo creo que se ha dado cuenta y está fingiendo -dijo Pedri hacia mi novio.

-¿Qué dices? -lo miré confusa.

Pablo dirigió la mirada hacia mí como analizándome y esbozó una sonrisa.

-¿Qué? -pregunté mirándolo.

-No tiene ni idea -se giró orgulloso hacia sus amigos.

-Pablo, de verdad que no voy a entrar -repetí.

Los otros suspiraron y él negó con la cabeza.

Entonces Pedri puso la mano en el pomo de la puerta y me miró sin solución.

-Muy bien, pues piérdete tu propia boda -soltó.

Abrió la puerta de golpe, dejando ver un montón de gente tras ella que nada más vernos empezó a aplaudir de lo más felíz.

-¿Qué? -murmuré casi sin voz.

Pedri me ofreció su mano y Gavi se posicionó detrás, mientras yo miraba atónita a todo el mundo.

Posé mi mano tembolorosa sobre la de mi amigo, y él me estiró un poco para que comenzara a andar hacia dentro.

Pronto divisé entre la gente, que nos iba haciendo una especie de pasillo, a mis amigas, con pañuelos en las manos secándose las lágrimas.

Seguimos avanzando y vi a los padres de Gavi, y también su hermana, junto con mi madre.

Por todos lados estaban los jugadores de fútbol, con sus novias, esposas o hijos, a los que yo miraba como si fuera la primera vez que los veía.

-Pedri... -murmuré sin entender nada.

-Calla -ordenó rápido.

Lo miré desconcertada y él sonrió divertido.

Cuando ya pasamos delante de todo el mundo, y nos posicionamos frente a ellos, Pedri se apartó hacia un lado, dejando que se posicionara Gavi a mi izquierda.

-Pablo... -balbuceé apartando la mirada de todos y girándome hacia él sin saber qué decir.

Él sonrió con calma y miró a todo el mundo, para volver a mí.

-Sé que no has visto las noticias -comenzó a hablar-. Y en esto tengo que dar las gracias a tus amigas por lograr distraerte -las miró y ellas sonrieron.

-¿Qué noticias? -pregunté confusa.

Inés se acercó con el móvil y me lo tendió nerviosa, a lo que lo cogí para ver de qué estaban hablando.

El destino, supongo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora