Capítulo 39. Ya veremos.

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-¡Sofía! -gritó Inés entrando.

Yo abrí los ojos un poco asustada y desubicada.

-Mierda, perdón, no sabía que aún estabas durmiendo -murmuró poniendo cara de circunstancia.

-¿Qué hora es? -fruncí el ceño y traté de incorporarme un poco.

-Las 11 -informó María.

Volví a cerrar los ojos y rodeé mi cara con las manos. Me encontraba mejor pero seguía bastante cansada.

-Tía, ¿Has entrado a tiktok? -preguntó Andrea mientras todas se acercaban a la camilla.

Asentí y bajé las manos, mirando a mis amigas con un poco de miedo.

-Está en todos lados -aseguró Sonia.

-Lo sé, lo vi ayer por la noche -me estremecí un poco.

-¿Gavi va a hacer algo al respecto? -se interesó Inés.

Yo me encogí de hombros y fui a coger el móvil.

Le había escrito por la noche pero me quedé dormida antes de que contestara mi mensaje: "PABLO MARTÍN PÁEZ GAVIRA, ¿CÓMO SE TE OCURRE PONERME DE FONDO DE PANTALLA?"

Entré en su chat al ver que tenía varios mensajes, pero no parecía nada alarmado.

"Da gracias a que no la he subido a Instagram", era su respuesta más contundente después de unas caritas de risa.

-Qué tonto -negué con la cabeza sonriendo.

-Pues a mí me parece una monada -habló Andrea.

Asentí sin solución y por un segundo se me pasó por la cabeza entrar a Tiktok, pero todavía no tenía suficientes fuerzas, así que no lo hice.

Justo entonces entró el médico por la puerta, con el resultado de varios análisis.

-Buenos días -sonrió amable.

-Buenos días -contesté de la misma forma mientras dejaba el móvil y mis amigas se apartaban hacia un lado.

-¿Te encuentras mejor? -preguntó poniéndose las gafas.

-Creo que sí, hoy no he tosido casi y puedo respirar bastante bien -contesté contenta.

-Genial, eso es que los medicamentos están haciendo efecto -aseguró.

Asentí y miré a mis amigas con algo de esperanza.

-Vamos a ir a mirarte los pulmones de nuevo, y si está todo bien, con suerte podrás irte a casa esta tarde -informó después.

-Genial -sonreí hacia él.

-Bien, pues vámonos -ordenó.

Unas cuantas enfermeras entraron y me sacaron con la camilla hacia otra habitación, mientras mis amigas cruzaban los dedos y me miraban alegres.

Tomé aire y dejé que las enfermeras hicieran su trabajo una vez ya estábamos en otra sala.

La verdad es que no me daba demasiado miedo el tema médicos y enfermedades. Siempre solía estar tranquila y al tanto de todo lo que hacían. He de decir que odiaba encontrarme mal y tener que estar parada durante tanto tiempo, pero la salud siempre es lo primero, así que no me quedaba otra.

Al parecer me quedaban algunas flemas en los pulmones, y a pesar de que el médico dijo que se me irían pronto, preferí que me las sacaran ellos y así irme limpia. Voy a obviar los detalles de cómo lo hicieron porque creo que es un poco desagradable, así que vamos a dejarlo aquí.

El destino, supongo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora