Capítulo 45. Estás preciosa.

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Al cabo de un rato nos fuimos cada uno a su habitación. Me apetecía mil estar con Gavi, pero Ferrán me pidió que fuera con Sira porque él tenía que hacer un par de cosas y no quería que se quedara sola, así que acepté sin problemas.

-Todavía no entiendo por qué tienes que quedarte con Sira -murmuró Gavi al llegar frente a mi habitación.

-Ya te he dicho que yo tampoco lo sé, pero si Ferrán me lo ha pedido será por algo, igual está mal o no sé... -me encogí de hombros con pena.

Asintió no muy convencido y yo me acerqué un poco.

-Ven, bebé -abrí los brazos hacia él.

-Yo quería dormir contigo -murmuró una vez apoyado con la cabeza sobre la mía.

-Bueno, mañana dormiremos juntos, y en Maldivas -sonreí intentando que viera el lado bueno.

Asintió y besó mi pelo.

-Ya sé que vamos con todos, pero no voy a soltarte ni un segundo -aseguró después.

-Me parece bien -asentí y me separé.

Dejé un beso dulce sobre sus labios y lo miré muy emocionada.

-Todavía no sé si eres consciente de que eres campeón de Europa -alcé un poco las cejas.

-De lo que todavía no soy consciente es que mi novia sea tan guapa -sonrió leve.

Negué con la cabeza y volví a besarlo. La que no era consciente sobre algo era yo. Y es que ese "novia" que me había dicho siempre, en ese momento se había vuelto real.

-No quiero ni ver las noticias -suspiré.

-¿Qué más da? Total, a partir de mañana vamos a desconectar de todo -le quitó importancia-. Cuando volvamos ya veremos -dijo sin más.

Asentí y deseé estar lo más pronto posible en las Maldivas, ya no por el sitio, sino por la gente con la que iba a ir.

Me despedí de mi novio (wow), y entré a la habitación de lo más contenta, y también nerviosa.

Mientras me estaba cambiando llegó Sira y pronto me imitó.

-Tía, no sé qué le pasa a Ferrán -soltó de repente.

Yo fruncí el ceño y dirigí la mirada hacia ella.

-¿Por qué lo dices? -pregunté confusa.

-Ha dicho que estaba muy cansado y que no quería que me quedara con él -murmuró un poco triste.

-Es normal, Gavi estaba igual -traté de animarla-. Están cansados, han sido muchas emociones -sonreí levemente-. Mañana ya estarán como siempre otra vez.

-Supongo que tienes razón -suspiró.

Me acerqué a ella y le di un abrazo para que se tranquilizara un poco.

-Ahora a dormir, que mañana nos esperan muchas horas de vuelo -dije contenta.

Asintió sonriendo y ambas nos metimos directas a la cama.

No quise mirar el móvil para no tentarme a leer todo lo que habría subido la prensa y todos los vídeos que habrían salido, así que lo dejé en la mesita y traté de no pensar en ello.

Sira me despertó emocionada al día siguiente dando saltitos por la habitación y subiendo la persiana.

-Es hoy, es hoy -gritó un poco.

Solté una risita y me pasé las manos por la cara.

-Venga, tía, levanta -ordenó destapándome.

Me limité a hacer caso, porque yo estaba igual de emocionada, así que no le costó demasiado convencerme.

El destino, supongo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora