El móvil de Gavi empezó a sonar en el bolsillo, así que me separé para que contestara y fui al baño a lavarme la cara.
Tomé aire una y otra vez, intentando relajarme y recomponerme.
Estaba muy cansada, tanto física como mentalmente, y no me apetecía hacer nada.
-Están viniendo Ansu y Pedri -informó Gavi acercándose a la puerta del baño.
-Joder... -murmuré.
-Les he dicho que no podía ahora pero están llegando ya -explicó sin solución.
-Da igual -suspiré.
Apretó la mandíbula mirándome y se acercó a mí con calma.
-Voy a quedarme aquí un rato, luego bajaré -dije dándome la vuelta hacia él.
-Como quieras, peque -balbuceó rodeando mi cuerpo con sus brazos.
Tragué grueso y correspondí despacio.
Justo entonces se escuchó el timbre de la puerta.
Gavi posó un beso sobre mi cabeza y después acarició mi pelo.
-No llores más, ¿Vale? -preguntó cogiendo mi cara con ambas manos.
Negué con la cabeza suavemente y él besó mi frente.
El timbre volvió a sonar.
-Ve a abrir, anda -murmuré separándome.
Me miró sin ganas de hacerlo, con tristeza y preocupación.
-Quiero quedarme aquí contigo -susurró abrazándome de nuevo.
Lo abracé también, con ganas de no soltarlo nunca.
-Lo van a fundir -dije al escuchar que llamaban de nuevo.
Gavi bufó y nos volvimos a separar.
-Baja cuando estés mejor -pidió antes de dejar un beso sobre mis labios.
Asentí mientras se daba la vuelta y se iba, y yo me quedaba ahí, con los ojos rojos y mil cosas en la cabeza.
Tomé aire y fui directa a la cama, tumbándome bocabajo con la cara en la almohada. Me apetecía dormir 48 horas seguidas, para no tener que hacer ni sentir nada.
Pero no podía hacerlo, y menos cuando una videollamda entrante interrumpió mis ganas de morirme.
-Hey -sonreí como pude al descolgar a mis amigas.
-Hola Sof -sonrió Sonia.
-Uy, ¿Estás bien? -Inés frunció el ceño.
-Sí, sí -traté de recomponerme.
Ellas me miraron desconfiadas y yo apreté la mandíbula.
-Es que, bueno, no sé si habéis visto las fotos de Gavi -murmuré.
Asintieron como diciendo "y tanto que las hemos visto".
-Las he buscado esta mañana pero no he encontrado la revista -dijo María.
-Lo sé, he conseguido que la retiren -murmuré.
-Menos mal -suspiró Andrea.
Asentí y me quedé mirando a un punto fijo.
-¿Has visto las demás? -preguntó entonces Sara.
-¿Qué demás? -la miré asustada.
-Unas en las que salís del hospital -informó la rubia.
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El destino, supongo.
FanfictionSofía es una chica de lo más normal, que vive en Sant Cugat, Barcelona. A sus 20 años, le han ofrecido el trabajo de sus sueños, en una importante empresa de la capital catalana. Ella se ve dispuesta ya a empezar una nueva vida, sin embargo, todo ca...