El destino, supongo.

Capítulo 28. De momento.

Al poco rato escuchamos el timbre de casa, así que fui a abrir mientras Aurora se dirigía hacia el sofá.

-Hola, guapa -sonrió Sira cuando le abrí.

-Hey -sonreí de vuelta y me acerqué a darle dos besos-. Pasa, está Aurora.

Hizo caso y yo cerré la puerta para seguirla.

Las tres nos sentamos en el sofá mientras Sira nos contaba su viaje en AVE, ya que venía desde Madrid.

-He estado haciendo cosas toda la mañana, estoy agotaba -resopló.

-Al menos tú has hecho algo, yo porque Sofía estaba en casa, sino me habría quedado en la calle porque mi hermano ni se ha acordado de mí -se quejo Aurora.

Sonreí ante eso y me encogí de hombros.

-Tía, pobrecito, está malo -sonrió Sira.

-Está malo para lo que quiere -le quitó importancia la otra.

-Eso también es verdad -coincidí divertida.

Todas reímos y Sira clavó la mirada en mí.

-Por cierto, he visto vídeos vuestros en Tiktok -informó mirándome.

-Es verdad, yo también -me miró Aurora-. ¿No los has denunciado todavía? -preguntó entonces.

Yo fruncí el ceño. Parecía que todo el mundo sabía que Gavi siempre mandaba que quitaran todos los vídeos que salían de él y cualquier chica.

-Pablo dijo que daba igual -me encogí de hombros.

-Bueno, en realidad eres su representante y se os va a ver mucho juntos, así que aunque consigas que borren esos saldrán más -explicó Sira.

Asentí ante su argumento y no le di más importancia. Ya sabía lo que me esperaba.

En ese momento escuchamos como Gavi empezaba a bajar las escaleras, así que todas dirigimos la mirada hacia ahí.

-¿Qué pasa? ¿Estabais hablando de mí? -preguntó viniendo hacia el sofá.

-Te estábamos insultando -sonreí irónica.

Rodó los ojos y se tiró a mi lado.

-¿Ya estás mejor? -se interesó Sira.

-Mhm -asintió Gavi sacando el móvil-. Por cierto, me acaba de decir Ferrán que vienen a comer aquí -informó entonces-. ¿Te importa? -preguntó mirándome.

-¿A mí? Si es tu casa -me encogí de hombros sin más.

-Lo decía por si estabas cansada o algo -murmuró expectante.

Negué con la cabeza y reprimí una sonrisa ante su ternura.

-Qué asco -murmuró Aurora.

Gavi le tiró un cojín y ella se lo devolvió al instante.

-Sofi, ¿Irás al partido de mañana? -preguntó Sira.

-Supongo que sí -miré a Pablo.

-Claro -coincidió él.

-Genial, pues me sentaré contigo -dio una palmada la morena.

Asentí y lo agradecí, así no estaría sola, porque Pedri ya volvía a jugar.

-Yo también me sentaré contigo -informó Gavi divertido.

-Tú te quedas en casa -bromeé.

-Una mierda -me miró serio.

-No le hables así -se quejó Aurora.

-Joder, os podríais ir ya -hizo lo mismo su hermano.

-Me encanta lo bien que os lleváis -rió Sira.