Capítulo 10. Veo que has aceptado.

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Y sí, muy bonita esa noche, muy pasional y todo lo que queráis. 

Pero, ¿Cómo os sentiríais si a la mañana siguiente despertarais solas sin rastro de la otra persona? Pues supongo que como una mierda. Igual que me sentí yo. 

Aunque no me sorprendía, pensé que mi arrepentimiento tardaría más en llegar, y no fue así. 

Me pasé las manos por la cara, decepcionada conmigo misma, y todavía algo aturdida. 

Me levanté, me vestí y me lavé la cara con rapidez, para después bajar hacia el salón. 

No se escuchaba a nadie en casa, sin embargo, por poco me dio un infarto cuando me encontré con Pedri de frente al llegar al comedor. 

-Joder, qué susto -acerté a decir llevándome la mano al pecho. 

Él reprimió una risa y me miró algo sorprendido. 

-¿Qué haces aquí? -frunció un poco el ceño. 

-Eso me pregunto yo -balbuceé.

Chasqueó la lengua y negó con la cabeza, como diciendo, "otra más". 

-¿Gavi? -pregunté con media voz. 

-Ha salido, tenía que hacer unas cosas -explicó y se dio la vuelta hacia la cocina. 

-Genial -murmuré para mí misma. 

En ese momento recibí una llamada de un número que no tenía agregado, así que me despedí de Pedri y salí hacia mi coche mientras descolgaba. 

-¿Sí? -contesté. 

-Buenos días, ¿Hablo con Sofía? -se interesó una voz femenina. 

-Sí, sí, soy yo -fruncí el ceño mientras entraba al coche. 

-Genial. Mira, soy Marta Villanueva, agente de representación, y me han hablado muy bien de ti -comenzó a decir-. Verás, estoy buscando a una sustituta para mi puesto, ya que con todo el trabajo no doy a basto, y necesitaría a alguien que me echara una mano -explicó. 

Yo me quedé quieta frente al volante sin saber qué decir. 

-Si te parece mejor vernos en persona y hablar sobre ello, la verdad es que tengo bastante prisa por conseguir a alguien -habló de nuevo. 

-Sí, claro, cómo no -contesté nerviosa. 

La chica me dio muy amablemente la dirección de su despacho, y yo por poco me muero de la emoción. 

La empresa en la que trabajaba ella, no era tan grande como la de Neoattack, pero era también muy importante. Representaba a un montón de famosos, sobre todo influencers y actores, aunque también deportistas. 

Arranqué el coche y comencé a conducir hacia casa tan rápido como pude, tenía la reunión después de comer, y tenía que prepararme bien. 

Nada más llegar, tiré todo por ahí y me metí como una bala a la ducha. Mientras me vestía, pedí algo de comida para no perder más tiempo y evitar llegar tarde. 

Me puse un top blanco de traje y los pantalones a juego, con unas sandalias de tacón negro y un bolso del mismo color. 

Para no escuchar mis pensamientos desorbitados, puse la televisión y traté de distraerme un rato. 

Sin embargo, no me fue muy bien. Lo primero que vi en la pantalla, fueron unas imágenes de Gavi con una chica, de aquella misma mañana. 

Un pinchazo se dejó notar en mi corazón y por poco se me olvidó masticar la comida que tenía en la boca. 

El destino, supongo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora