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Caminamos un rato viendo como la luna se reflejaba en el agua. Mientras escuchábamos el chocar de las olas.

Se agachó y me salpicó de agua. Cómo reflejo retrocedí.

—¡No! ¿Quieres que mi papá me pregunte porque llegue mojada?

—¿Que le dirías?, ni que estuviéramos haciendo algo malo, ya quisiera yo —puse una mano en mi cadera y lo mire de arriba a abajo.

Se rio.

Me quite mis sandalias y las sostuve en mi mano, metí mis piernas al agua, tenía un short así que no había problema.

—¿Ponemos música? —me pregunto, sin entrar al agua.

Asentí y salí, colocando mis sandalias en la arena. La música comenzó a sonar y nos sentamos en las micro piedras que habían en lugar de tierra.

—¿Tú hermano ya habló con ellos, sobre la carrera? —.negué.

—Creo que lo hará mañana o dentro de poco. ¿Tú hablaste con tu familia? —negó —,espero que todo salga bien.

—Nicky y yo prometimos ir a la misma universidad —.mencionó viendo el cielo —mis padres son fáciles de convencer, estoy esperando a Nicky, para poder darles el plan a mis padres.

—¿El plan?

—Me dicen que si a todo, mientras que yo tenga varios planes y todo bien calculado, opciones y eso...

—Entiendo. Que inteligente, así debería ser —le di la razón.

—A veces hablas como toda una señora adulta —,se burlo.

—¿Y? Algún día lo seremos —lo empuje y se callo.

Me levanté y le tendí la mano.

—Bailemos —,le sonreí y no dudó en tomar mi mano.

—¿Acaso sabes bailar? —dudo de mi y me ofendí.

—¿Acaso sabes tú bailar? Creo que te ganaría en una batalla.

—¿En serio?, ya lo veremos.

Cambio la música a una más movida. Hizo un movimiento random y luego yo hice otro, el próximo de el me hizo reír, agarre mi barriga.

—¿Que, te asustaste? —se paró chistoso, con las manos en las caderas.

Hice otro y el se rio y así seguimos por un tiempo hasta que ninguno podía parar de reír. Mis lágrimas salían con facilidad y mi barriga dolía tanto.

—No puedo más, te dejo ganar —me rendí y el salto.

—Oh si, oh si. En tu cara mocosa —me reí más fuerte en el suelo.

—Jamás imaginé verte así, es todo un dilema —lo señalé, ya más calmada.

—Y espera a ver más, te vas a quedar totalmente enamorada de mi, te lo advertí —me señala de vuelta.

Me seguí riendo y se dio cuenta de que lo estaba grabando.

—Aurora, borra eso o te arrepentirás —se acercó y me levanté corriendo —¡deja que te atrape! —.Aún seguía grabándolo.

—Como si eso fuera a suceder —corrí más fuerte.

Pero era imposible lo sentí cerca y me detuve. Lo esquive por un rato.

—De aquí no vamos a salir —me amenazo.

—Te equivocas —tome mi teléfono y lo metí en mi pecho, lo siguió con la vista.

—Eso es hacer trampa —mordió su labio molesto.

—¿Trampa?, no creo que sea trampa, ahora si me disculpa...

Una estupidez llamada amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora