Las indicaciones de parte de Wyatt para no perderme en las instalaciones del centro deportivo no me sirvieron de nada, pues hacían diez minutos de mi llegada y aun no podía encontrar la piscina.Louie, colgado de mi espalda, comenzaba a impacientarse. Le había prometido que veríamos a Wyatt, y al parecer me había entendido.
Pero al paso que íbamos, veríamos a Wyatt cuando la competencia se hubiese terminado, y no le veríamos muy feliz. Definitivamente la mala suerte me seguía a donde fuese.
Comenzaba a frustrarme realmente cuando un ladrido me hizo mirar al suelo, topándome con una imagen bastante familiar.
-Yo a ustedes las conozco –Les hablé a las cachorritas, como si pudieran entenderme. Estaba tan centrado en ellas que no había notado al chico que llevaba la correa de las mismas, que me observaba como si se me hubiera zafado un tornillo.
-Disculpa, ¿Te puedo ayudar en algo? –Cuando alcé la mirada, me topé con un chico rubio de ojos marrones, un poco mayor que yo.
-Te parecerá raro que un desconocido con un bebé te pregunte esto, pero, ¿De casualidad tu nombre es Caleb? –El chico abrió los ojos de golpe - ¡No soy un acosador o algo así! –Me apresuré a explicar -Eres el esposo de Sixta, te reconocí por las cachorritas.
- ¿Conoces a mi esposa? –El chico parecía más horrorizado que antes.
-Solo hemos hablado dos veces, en realidad, soy amigo de su hermano –Aclaré –He venido a ver la competencia, pero no encuentro la piscina.
Su rostro aun lucía algo desconfiado.
-Al fondo a la derecha –Dijo –Sixta ya está ahí.
Estuve a nada de dirigirme hacia allí sin preguntar nada más, sin embargo, me detuve por un segundo.
- ¿No vienes? –El negó - ¿Por…?
-Iré después –Aclaró, y como realmente no me importaba lo que el cuñado de Wyatt hiciera, solo seguí caminando.
Al entrar, escuché la voz de Sixta llamándome desde las gradas, en la sexta fila hacia arriba. Me encaminé hacia ella sin reparar mucho en mi alrededor.
-Creí que no llegarías, faltan diez minutos para que salgan de los vestuarios -Fue lo primero que me dijo.
-Me he perdido –Le expliqué, mientras acomodaba a Louie en mi regazo y me fijaba en el lugar. Estaba rebosante de padres orgullosos y de un par de reporteros. Fruncí el ceño ante eso - ¿Por qué hay reporteros aquí? Es una competencia de la liga infantil.
-Se pasa por la televisión de todas maneras, aunque sin mucho alboroto –Explicó. Yo asentí, aunque no le veía sentido.
En la primera fila, pude ver la cabellera rubia de la pareja Schretown. El padre de Wyatt estaba de pie, hablando con el entrenador como si fueran viejos amigos.
-Probablemente no es mi asunto, pero… ¿No se supone que tú y Caleb no deberían estar aquí? –Sixta me vio, sin entender –Me lo he topado afuera y me ha dado indicaciones. –Le expliqué.
Ella me regaló una mueca cansada.
-Ambos queríamos acompañar a Wyatt hoy, incluso si las cosas no están en el mejor término con respecto a mis padres. O a nosotros. –Pareció pensárselo –Bueno, las cosas no están en el mejor término con respecto a nada–Terminó diciendo.
Supuse que eso tenía sentido. Ni siquiera estaba seguro de que Wyatt les quisiera ahí.
"Me caí en la última competencia. Cuando practico solo no me ocurre, pero…me pongo tan nervioso que caigo. Eso ni siquiera me da oportunidad de participar, me descalifican casi instantáneamente"
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Asteria
Teen FictionUn adolescente de 17 años, cuya vida son las estrellas y cuidar de su hermano pequeño. Un niño de doce años que es llamado "ángel" y es querido por todos los que lo conocen, pero él solo quiere la amistad (y atención) de un chico en específico. ¿Es...