Un adolescente de 17 años, cuya vida son las estrellas y cuidar de su hermano pequeño.
Un niño de doce años que es llamado "ángel" y es querido por todos los que lo conocen, pero él solo quiere la amistad (y atención) de un chico en específico.
¿Es...
Regresar al instituto no fue tan malo como esperé. Estaba más tranquilo con respecto a dejar a Louie al cuidado de mi madre. Además de que este año sería decisivo, y el último.
No extrañaría la institución precisamente, y tampoco a la gente que no incluyera a Marlon y a Matt Mattie, sin embargo, terminar ese año significaba más que no volver al colegio.
Significaba decir adiós a mi vida diaria, o a mi sueño de toda la vida. Desde que entré al salón a saludar a Marlon, me di cuenta de que él había elegido a qué le decía adiós antes de que yo pudiera hacerlo.
Y en el fondo, se lo agradecía.
- ¿Y? ¿Qué tal te va con la propuesta? –Marlon soltó un severo “shhhh” que duró más de lo previsto.
-Cierra el pico, ¿Acaso quieres que se entere? –Alcé una ceja.
-Ahora mismo debe estar en dirección, bajo una montaña de papeles y trabajo atrasado por irse a vacacionar contigo –Dije –Ahora responde.
Marlon soltó un suspiro.
-No he pensado en eso realmente…ahora estamos realmente ocupados con el regreso a clases.
-Esa es la excusa más patética que he escuchado. Y tú no eres un hombre de excusas, ¿No es así? –Se dejó caer en la silla de su escritorio, viéndose cansado y ojeroso –Venga, no es como si tuvieras miedo…
Y entonces todo cobró sentido.
-No jodas, ¿Tienes miedo de que Matt Mattie te diga que no? –Alzó una ceja.
- ¿Matt Mattie? ¿En serio?
-No trates de cambiar el tema y responde –Dije, consciente de que había delatado a media escuela al divulgar el apodo del director.
-Mael, el día que le quieras pedir a alguien que se comprometa contigo para el resto de vuestras vidas, entenderás el miedo de que te digan que no –Dudaba enormemente que alguna vez fuera encontrar a alguien con quien quisiera hacer eso.
-De cualquier otra persona podría decirlo, pero ¿De ti? –No me cabía en la cabeza que dudase de los sentimientos del director por él. Ni siquiera yo, que dudaba de todo y de todos, podría dudar de eso.
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- ¿Friends otra vez? –Wyatt puso los ojos en blanco ante mi protesta–La hemos visto como ocho veces.
-Ocho capítulos –Me corrigió –De la primera temporada. –Wyatt “todo lo cuestiono” Schretown.
-Ha sido suficiente de Friends, ese es mi punto –Dije, cerrando el portátil de Wyatt en su cara, la cual comenzaba a tornarse verde a mi parecer.
-Oh, pero cuando es How I met your mother, la puedes ver diecinueve veces y no te quejas ni una sola vez –Abrí la boca, ofendido.
