Un adolescente de 17 años, cuya vida son las estrellas y cuidar de su hermano pequeño.
Un niño de doce años que es llamado "ángel" y es querido por todos los que lo conocen, pero él solo quiere la amistad (y atención) de un chico en específico.
¿Es...
-Iré a visitarte -Me advirtió Vic al darse la vuelta otra vez, haciéndome poner los ojos en blanco.
-Lo sé, ya me lo has dicho. ¿Puedes irte de una vez? Vas a perder tu vuelo -Intenté empujarle fuera de la habitación, pero sus brazos se abrazaron a la pared, impidiendo que lograra mi cometido. - ¡Vic!
-No me quiero ir, señor Stark -Lloriqueó, y yo le golpeé -¡Auch!
-Sabes que no entiendo tus referencias frikis.
Vic evitó sobarse donde le había golpeado, pues si se soltaba de una mano, yo haría lo posible por echarlo de la habitación de una buena vez. Y él me conocía lo suficiente para saber que lo haría.
- ¿Me llamarás apenas llegues? -Asentí - ¿No me estás mintiendo para que te deje en paz? -Negué - ¿No irás a vivir con Kenia y me dejaréis en el basurero más cercano? -Puse los ojos en blanco.
-Sabes dónde vive Kenia, ¿De qué serviría dejarte en un basurero cercano? Para que ese plan diera resultado, debería dejarte mínimo en África. -Vic abrió la boca, indignado -Además, ni siquiera yo aguantaría a Kenia tanto tiempo.
-Pero tomas tu vuelo con ella -Rezongó.
-Porque vamos al mismo lugar.
-Y pasas más tiempo con ella que conmigo.
-Vivo contigo.
-Y tenéis un secreto que te niegas a contarme. -No supe qué responder a eso. - ¡Já! Lo sabía.
-No puedo tomarte en serio si me juzgas mientras abrazas a la pared -Dije, señalando su agarre a la misma.
-No me cambies el tema. ¿Por qué esconderías algo de mí y se lo dirías directamente a ella? No es justo, yo llegué primero.
-La conocí en el instituto -Le recordé, y él, que parecía haber olvidado ese detalle, soltó finalmente la pared, notablemente ofendido.
-Así que es eso, ¿No? La conociste primero y por eso confías más en ella. -Puse los ojos en blanco -Siento que no me estás tomando en serio.
-Es que no lo estoy haciendo -Dije, dejándome caer en la silla de oficina, que dio un par de vueltas antes de que se detuviera frente a él -Si nos vemos este verano, prometo contártelo. Pero ahora no es el momento.
Vic frunció el ceño.
- ¿Por qué durante el verano?
Yo pensaba seriamente que podría morir en unos días de forma misteriosa. A los universitarios les pasaba muchísimo.
-No quiero hablar de ello aún.
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Vic no perdió el vuelo, a diferencia de Kenia y yo, unos días más tarde.
-Mi padre podría demandar a esta estúpida compañía -Se quejó, dejándose caer finalmente a mi lado, con los boletos que decían 9:00 pm y que ya no servían para absolutamente nada.
