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Katherine pagó el taxi desde el aeropuerto de Minneapolis hasta Saint Cloud, en contra de mi voluntad, está de más explicar.

Intenté que el camino se nos hiciera más llevadero, pero desde que nos subimos en el avión apenas y habíamos cruzado dos palabras. No pude evitar sentir que la pelea que habíamos tenido realmente había dejado baches en nuestra relación, lo cual estaba seguro de que nos hacía sentir que ese viaje era un error por partes iguales.

Kenia había vuelto a casa unos días antes que yo, por ende, Vic y yo habíamos hecho una especie de despedida cuando aún estábamos los tres. Nunca supe cómo, pero a menudo nuestras reuniones se convertían en una mesa redonda en la que todos hablábamos de nuestros problemas, y en la última, el tema central fue mi pelea con Katherine.

-Eso ha sido manipulación -Alegó Vic.

-Mezclada con otras cosas -Dijo Kenia, sin negar, pero tampoco admitiendo del todo que Vic tenía razón.

A Kenia le gustaba recordarme que quizás las cosas entre nosotros dos iban mal porque yo me empeñaba en llevar a cabo una relación en la que no teníamos compatibilidad ni entendimiento, que yo era quien se empeñaba en que la relación siguiera adelante incluso pasándole por encima a las cosas que no me nacía hacer.

No pude evitar pensar en eso durante todo el camino.

-Wow -Di un brinco cuando escuché a Katherine hablar a mi lado -Minnesota es precioso. Nunca había visto un lugar así.

Para mí, era lo más normal del mundo.

- ¿Saint Cloud? ¿Cómo es? -Preguntó.

-Básicamente lo mismo -Dije, viendo por la ventana del taxi -Es pequeño y acogedor. Excepto en Navidad. En Navidad nieva tanto que las piscinas se congelan.

Katherine soltó una risilla.

-Eso pasa en todos lados donde nieve, amor -Me tensé ante el apodo -Espero agradarle a tu mamá.

Oh, mi madre.

Mi madre que casi atraviesa el teléfono para hacer Mael a la parrilla cuando le avisé con dos días de antelación que tenía novia y que la llevaba a casa por una semana.

Tristemente, mi madre no era la única persona a la que le había ocultado la existencia de Katherine. Me dio dolor de estómago solo pensar lo que me esperaba cuando llegara.

Cuando el taxi se detuvo frente a mi casa, sentí que mi corazón se detenía por unos momentos

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Cuando el taxi se detuvo frente a mi casa, sentí que mi corazón se detenía por unos momentos.

Pasé tanto tiempo queriendo huir de ese lugar, donde el tiempo no pasaba, y donde no tenía buenos recuerdos. Pero entonces, hice un buen amigo, y eso había cambiado las cosas a una magnitud increíble.

- ¿Es aquí? -Preguntó Katherine, observando la casa.

-Sí -Dije, abriendo el maletero mientras me temblaban las manos -Es aquí.

AsteriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora