Un adolescente de 17 años, cuya vida son las estrellas y cuidar de su hermano pequeño.
Un niño de doce años que es llamado "ángel" y es querido por todos los que lo conocen, pero él solo quiere la amistad (y atención) de un chico en específico.
¿Es...
- ¿Y bien? -Kenia dio un salto cuando llegué a la habitación. Estaba sentada en ese extraño sillón que se había traído para cuando venía a estudiar con nosotros. Vic a menudo decía que dicho sillón tenía forma de rana solo para molestarla, pero siempre se dejaba caer en él cuándo ella salía.
Negué con expresión cansada, mientras que ella y Vic me veían con mirada lastimera.
-No hay nada que hacer, necesito hacer un curso recuperatorio en el verano.
-Oh, tío. -Dijo Vic, acercándose - ¿De verdad ha ido tan mal?
Les conté sobre la conversación con el profesor de álgebra hasta el último pelo. Aunque me guardé la parte donde me decía que los líos de faldas no eran excusa para desvincularme completamente de mis estudios, y de cómo me contuve de decirle que llevaba mucho tiempo sin tener problemas de faldas. Los profesores a veces creen que lo saben todo por el simple hecho de que también fueron jóvenes.
-Entonces, ¿No volverás a casa este verano? -Dejé ir un suspiro.
-Me dieron una semana. No puedo quedarme más que eso si quiero pasar a tercer año. -Kenia me regaló una media sonrisa que parecía más una mueca.
-Al menos volverás, y podrás ver a tu familia, aunque sea poco tiempo.
Y luego pasaría un mes y tres semanas estudiando solo álgebra, cuando debería estar con ellos.
Kenia sabía lo importante que era para mí regresar a casa, por ende, intentaba animarme sin saber que volver y regresar en siete días me molestaba incluso más que no volver en absoluto.
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Esa noche, recuerdo que tenía unas ganas casi incontrolables de tener mi telescopio allí, y observar por la ventana mientras todos en la residencia dormían. Me arrepentía hasta cierto punto de haberlo dejado en casa por miedo a que algo le pasara.
Sabía que no había sido mi mejor año en el sentido escolar, pero no esperé que terminara de ese modo.
Ya le había explicado la situación a mi madre y a Wyatt, y ellos lo habían entendido a la perfección. Pero yo simplemente no podía.
Matt Mattie y Marlon se casarían a inicios de agosto; acomodaron la fecha para que no me la perdiese por ningún motivo. El giro de las cosas era hasta irónico. Aunque al final, perderme esa boda, pasar las vacaciones en la universidad completamente solo, todo era mi culpa.
¿La peor parte? Ni siquiera tenía una excusa. Me despisté, le di más importancia a otras cosas, me encerré, no me desvelé lo suficiente, no presté suficiente atención...cualquiera de esas opciones era aplicable y a pesar de eso, seguía sin justificarme en absoluto.
-Mael -Gimoteó Vic desde su cama -Has estado mirando a la nada por dos horas, necesitas descansar, tienes un vuelo mañana.
Un vuelo que tomaría solo, porque mis amigos se quedarían dos semanas más y luego desaparecerían por un mes y medio mientras yo pasaba mi verano estudiando.
