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Vic fue a casa por las vacaciones de navidad.

Al inicio dijo que no lo haría, pero más tarde, Katherine se pasó por la habitación y nos dejó caer que Jenny se quedaría, y a él realmente no le apetecía pasar dos semanas viéndola casi por obligación. Según él, ese tiempo lejos le ayudaría a sentirse mejor acerca de la ruptura.

Katherine también se marchaba a casa, para mi buena o mala suerte, pues tampoco me apetecía pasar dos semanas completamente solo. No me importaba, pero tampoco me apetecía.

-Voy a echarte de menos -Me dijo, el día que se marchaba, mientras la ayudaba a empacar en su habitación de la fraternidad. Después, me abrazó.

-Y yo a ti -Dije, devolviéndole el abrazo.

-Te escribiré -Acto seguido, me besó -Podrías venir conmigo, ¿Sabes?

Sí, lo sabía. Pero salir juntos por un par de meses no significaba que ya estuviera listo para que Katherine me presentara a toda su familia y pasara la Navidad con ellos. En mi cabeza, ellos eran señoras y señores burgueses, y aceptar esa invitación era pedir la mano de Katherine directamente.

-Ya hablamos de esto -Susurré en sus labios, para luego darle un beso rápido -Es muy pronto para presentarme a tu familia.

-Lo sé, es solo que...realmente me gusta cómo están yendo las cosas entre nosotros -Dijo, sonriendo -Pero lo entiendo, tenemos que ir despacio.

Despacio iban los bebés en la transición de gatear a caminar, nosotros íbamos con el carruaje delante de los caballos. Pero me contuve de decírselo.

-Hablamos luego, ¿Vale? -Dije, para que finalmente ella cerrara la puerta de su habitación y terminara de empacar.

Yo, por mi parte, me dirigí a mí ya vacía residencia, donde solo quedábamos yo y algunos estudiantes que tenían exámenes apenas terminaran las vacaciones de navidad, por ende, habían tomado la sabia decisión de quedarse a estudiar.

Me dejé caer en mi cama con el celular en la mano, pasando el dedo por las fotos del cumpleaños de Louie. El primer cumpleaños que pasó lejos de mí.

Así mismo, mi cumpleaños número diecinueve también fue el primer cumpleaños que pasé sin Louie. Y para terminar de empeorarlo, tuve un examen ese día. Un auténtico regalo de cumpleaños.

Seis fotos más tarde, encontré la foto que Sixta me había enviado de Wyatt con un cake aplastado en el rostro, en su cumpleaños número 14.

Me pesaba el hecho de haberme perdido de tantas cosas en tan poco tiempo. Sentía como si el universo me dejara claro que el mundo seguía sin mí. Que nadie estaba esperándome. Era una sensación horrible.

- ¿Qué has hecho qué? -Pregunté, sintiéndome totalmente despierto casi de golpe

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- ¿Qué has hecho qué? -Pregunté, sintiéndome totalmente despierto casi de golpe. La voz de Vic a través del teléfono sonaba tan animada que me sentí descolocado, hasta que recordé que en Estados Unidos eran cinco horas menos, por ende, él probablemente aun no iba a la cama.

AsteriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora