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Katherine terminó conmigo dos semanas después del regreso a clases. Me evitó durante todo ese tiempo, y al final, después de preguntarme si ya me había rendido con ella y no recibir respuesta de mi parte, se fue de la habitación, no sin antes dar un portazo.

-Uh, creo que ya no somos bienvenidos en los dormitorios de chicas –Dijo Vic desde su cama, donde colgaba de cabeza con los pies en la pared.

- ¿Tú crees? –Pregunté, sentándome en la silla del escritorio para dar un par de vueltas. –La buena noticia es que Kenia siempre viene aquí, así que no tenemos nada que hacer allá.

Vic hizo un intento por levantar la cabeza para verme, se rindió a los pocos segundos y solo habló.

- ¿Y qué pasará cuando te consigas una nueva novia? ¿No irás a verla a su residencia? –Arrugué la nariz; solo la idea me pareció rara.

-No me conseguiré una nueva novia –Dije, encestando la pelota de Vic en la canasta –No volveré a estar con nadie si no me siento de la misma manera.

Y no veía posibilidades de que eso ocurriera. Lo había intentado con todas mis fuerzas, y había fracasado.

-Estás intentándolo mucho –Dijo entonces Vic, llamando mi atención –La persona ideal llega, no se busca.

- ¿Qué me dices de tú y Jenny? –Vic me miró raro –No, no ahora. Antes. Dices que la persona solo llega, pero tú mismo me contaste que le insististe para que te conociera mejor, incluso cuando sabías que las posibilidades de que jamás se vieran en persona eran bastante altas.

-Mael, ¿Te saltaste algún capítulo de la trágica historia de mi vida? –No pude evitar reír ante esa pregunta –Jenny y yo no funcionamos.

-Pero os enamorasteis. Ese es mi punto.

- ¿De qué nos sirvió eso? Las relaciones son un cien por ciento. No funcionan con un cincuenta. No funcionan si hay amor, pero no esfuerzo, y no funcionan si hay esfuerzo, pero no amor. Es cuestión de matemáticas. –A veces, Vic podía ser muy intelectual.

Le miré, un tanto burlón.

-Independientemente de eso. ¿Qué piensas hacer tú? –En su mirada pude ver que no me entendía –Cuando tú te consigas una nueva novia. ¿Irás a verla a la residencia?

-Oh, no. Nada de novias. No te oigo, lalalalala –Reí a carcajadas mientras él se ponía las manos en los oídos y cantaba “I just had sex” a todo volumen.
Rezaba a todos los dioses para que nadie oyera esa canción fuera de nuestra habitación.                                                    

Las serenatas en medio del campus son algo nunca antes visto; ya los chicos no hacen eso, y las chicas casi nunca tienen el valor de declararse primero

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Las serenatas en medio del campus son algo nunca antes visto; ya los chicos no hacen eso, y las chicas casi nunca tienen el valor de declararse primero. Pero no conozco ninguna chica que no sueñe con un Patrick Varona que baje de una barra cantando “Can't take my eyes of you” en medio del campo de fútbol.

AsteriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora