Vidas Robadas (VR#1)

Capítulo 4: Muertes controladas

                   

Han pasado tres días desde que fui al médico y los resultados se veían normales, lo que quiere decir que aún no encuentran la causa de mi amnesia. Me vienen imágenes a la cabeza y dicen que eso es bueno aunque no sean muy claras y todavía no sepa relacionarlas con mi vida.

Sarah nunca está en casa pero por lo que veo eso siempre fue así; he estado pasando mucho tiempo con Ethan, quien me cuenta pequeñas cosas de nosotros, dónde y cómo nos conocimos, pasatiempos en común, algunas cosas que desearía con el alma poder recordar.

Cuando yo tenía catorce años y él quince, llegó al colegio como compañero nuevo y todas las chicas querían estar cerca de él  —la verdad no me extraña porque es muy guapo—. Nunca hablamos hasta que por casualidad nos encontramos en un campamento artístico ese mismo verano, comenzamos a pasar mucho tiempo juntos y al poco tiempo nos «enamoramos», al menos esas fueron sus palabras. Cerca de mi cumpleaños número quince nos hicimos novios y cuando llevábamos un año me secuestraron. Se sigue sintiendo culpable por lo que me pasó, según él, si no me hubiese dejado sola ese día todo esto se podría haber evitado; pero no hay nada que se pueda cambiar, lo hizo, se fue luego de nuestra primera pelea.

A él no le gustaba la idea de que me emborrachara y por mi lado yo solo quería olvidar la discusión con mi madre que había tenido ese día; creo que le dije algo sobre que él no podía controlar mi vida, que yo decidía si me emborrachaba o no, y  él se enojó conmigo por eso y se fue de la fiesta, dejándome con mis amigas. Al día siguiente cuando mi madre lo llamó, él pensó que podía ser una de mis bromas o algo por el estilo, al parecer solía hacer bromas pesadas; pero al pasar los días se dio cuenta de que no fue así y que en verdad había desaparecido.

Cuando termina de contarme la historia se ve muy afectado, puedo notar como aún se siente culpable por lo que pasó, aunque en mi opinión es una cosa que a cualquiera le podría haber pasado; creo que en parte, es por eso que no se ha ido de mi lado, porque siente que es lo mínimo que puede hacer después de que me dejara sola ese día.

—Perdóname —me dice con los ojos llenos de lágrimas y no es capaz de sostenerme la mirada—, por favor.

—¿Perdonar qué? No fue tu culpa.

—Claro que sí, nunca debí haberme ido.

—Las cosas pasan por una razón y esto es lo que me tocó, no es tu culpa.

—Si te hubiese llevado conmigo todo sería muy distinto.

—No podemos volver el tiempo atrás, Ethan. El pasado ya está y solo queda vivir el presente y esperar el futuro.

—No sé cómo puedes decirme eso, no recuerdas ni cómo fue tu pasado y ¿estás pensando en el futuro?

Eso fue como un balde de agua fría pero no quise que se diera cuenta lo que me afectaron sus palabras.

—Me esperaste todos estos años por culpa ¿verdad? —suelto lo primero que se me viene a la cabeza—. Por compromiso, porque no aceptabas la idea de que Sarah te viera como el único culpable.

—¿Estás escuchando lo que dices? —pregunta molesto y se levanta—. Te esperé porque te amo, ¿es muy difícil de entender?

De todas las respuestas posibles, estoy segura de que no esperaba esa. Quedo paralizada y no sé qué responderle; me mata no recordar nada y verlo sufrir así, es tan triste amar y que no te amen, pero creo que es peor que la persona que amas no te recuerde, ni sepa si corresponde o no tus sentimientos.

—Creo que escuche un ruido en el primer piso.

—Tu esencia sigue intacta— dice y sonríe pero la «felicidad» no llega a sus ojos, sé que lo herí.