Capítulo 22: Destino, Parte 2.

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Comienzo a caminar e intento ser lo más silenciosa posible hasta que mi bendito celular suena más fuerte que nunca, y eso que es solo un mensaje. Rápidamente intento ponerlo en silencio y veo que es de Kate.

«April, ¿Dónde estás? Con Ben te estamos esperando hace media hora»

¡Rayos! Olvidé completamente que habíamos quedado en juntarnos; me mataran, o tal vez no, ya que un momento a solas no les vendría mal.

April: «Lo olvide, lo siento.»

Kate: «No importa, si quieres puedes venir ahora. Aún no decidimos qué hacer.»

A: «Estoy en medio de algo, complicado»

K: «¿Qué hiciste ahora?»

A: «Promete que no me matarás»

K: «Me estás asustando, ¿qué hiciste?»

A: «Vine a la cárcel. No lo soporto más, las pesadillas no acaban

K: «¿Estás loca? Te van a atrapar»

A: «Tranquila, iré con cuidado. Cualquier cosa los llamo, los quiero y deseo que disfruten su velada.»

Guardo el celular en mi bolsillo y continúo mi camino, en pocos minutos llego a la pequeña puerta trasera que claramente está cerrada pero tengo la llave y la clave para que no se active la alarma, esta es una de las pocas puertas que se abren sin tarjeta y es una suerte porque si usara una, sabrían que hay un intruso. Lentamente introduzco la llave y la giro, al entrar escucho un leve sonido que me dice que debo introducir la clave pronto para que no me atrapen. Me quedo un momento de pie dentro de la pequeña habitación y repaso otra vez lo que haré, paso a paso, ya que mientras más me acerco, más me arrepiento de todo esto. Respiro y decido continuar con el «plan», llegué demasiado lejos como para irme, ya estoy jugada y tengo que continuar, no hay tiempo para miedos ni para errores.

Salgo a un pasillo y recién ahí puedo comprobar que estoy completamente dentro, sigo aterrada y solo ruego para no cruzarme con otro policía, hice mi mayor esfuerzo por parecer hombre ya que no hay policías mujeres aquí pero mi cuerpo es demasiado delgado, y aunque el gorro que llevo tapa gran parte de mi cara y tenga el cabello recogido, si alguien me ve, estoy acabada.

Sé que Alex está en la celda D615, averigüé que la letra significa el edificio, el primer numero es el piso y los dos dígitos restantes pertenecen a la celda. Miro hacia un pequeño letrero que me indica que estoy en el edificio A, tengo que arreglármelas para llegar al D; respiro hondo, no hay tiempo para entrar en pánico, yo sé que puedo hacerlo.

Me pongo a caminar por el pasillo, mirando hacia todos lados para asegurarme de que no hay nadie. Llego a una especie de recepción casi idéntica a donde estuvimos con Kate hace un tiempo y para mi sorpresa, el único policía que hay está durmiendo profundamente, hasta puedo escuchar un leve ronquido. ¿Cómo es que nadie se escapa con esta seguridad tan mediocre? ¿No se supone que esta es la cárcel con mayor seguridad? En fin, no debo perder la concentración, en estos momentos para mí, es una suerte que la seguridad sea un asco.

Me detengo un minuto a mirar un mapa que hay pegado en la pared con los edificios marcados, debo doblar hacia la derecha y seguir caminando hasta el final donde me encontraré con una escalera —¡Genial! Con lo que odio las escaleras—. El policía comienza a moverse y me sobresalto al pensar que está a punto de despertar, no sería muy bueno que me encontrara aquí, así que emprendo nuevamente mi camino. Todo va extremadamente bien hasta que aparece por el pasillo un policía caminando directamente hacia mí, mi corazón comienza a latir a mil por hora, pero él solo hace un ligero saludo con la cabeza y continúa caminando como si no encontrara nada raro. No puedo evitar soltar un suspiro de alivio.

Vidas Robadas (VR#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora