—Mamá —digo sorprendida y un poco horrorizada—. ¿Qué haces despierta tan tarde?
—¿Qué haces tú, fuera de casa tan tarde? —esta a punto de lanzar fuego por los ojos y apunta mi vestimenta. ¡Mierda! El traje de policía—. ¿Y vestida así?
—¿Yo? —pregunto intentando ganar tiempo para inventar algo que suene creíble—. Fui a una fiesta... de disfraces.
—¿Con quién?
—Con Kate y Ben.
—¿Ah sí? Porque los llamé —que ganas de desmayarme ahora mismo tengo, Dios mío—, y dijeron que no sabían en dónde estabas y se escuchaban muy preocupados.
—¿Estaban juntos? —intento desviar el tema sin mucho éxito.
—¡No cambies de tema! ¿Dónde estabas?
—Estaba con ellos, pero me fui antes y me olvidé avisarles. No quería interrumpirlos ni tampoco pensé que se preocuparían tanto.
—No puedes desaparecer y no decirle a nadie —comienza a decir, está muy enojada. No sé si me salve de esta—. Tendré que castigarte.
—¿Qué?
—Te quitaré el auto por dos semanas, y me tendrás que avisar cada vez que salgas, para que el chófer te lleve y te traiga de vuelta.
—No puedes hacer eso, solo salí un rato. Tengo diecinueve años, perdí ya dos años de mi vida —comienzo a hacer lo que soy consciente de que es una escena de típica adolescente, pero no me pueden castigar, no ahora que estoy tan cerca de la verdad—. Merezco tener una vida y que no controles todo lo que hago.
—Son casi las cinco de la mañana, April. Es peligroso —luego estira su mano—. Dame las llaves.
Resoplo resignada —mi poder de convencimiento es un asco— y le entrego la llave, luego sale de mi habitación y yo me pongo enseguida el pijama, para por fin poder dormir; aunque dudo que pueda hacerlo después de todo lo que viví hoy.
Saco la foto del bolsillo y me quedo un largo rato observándola hasta que sin darme cuenta me quedo dormida con ella en la mano.
Despierto cerca de las doce, y veo que Kate esta sentada en mi escritorio leyendo una revista.
—Despertó la bella durmiente —dice con un poco de sarcasmo cuando me ve abrir los ojos.
—¿Qué haces aquí? —pregunto aún somnolienta.
—No pensarás que no te preguntaré qué fue lo que pasó ayer. No te salvarás de mi interrogatorio, Hamilton.
—¿Puedo lavarme los dientes y la cara primero? —camino hacia el baño—. Tengo que despertar bien.
Me sigue al baño, esperando que comience a hablar pero yo no digo nada hasta que me siento de nuevo en mi cama.
—Hablé con él y se escapó de la cárcel —lo digo tan rápido y cuando lo escucho no suena tan bien como en mi mente, sé que ella piensa lo mismo por su cara.
—¿Cómo que se escapó? —parece asustada—. ¿No sabes dónde está?
—Yo lo ayudé a escapar —su mirada ahora es de confusión—. Kate, yo era su novia.
—¿Eso te dijo? ¿Estás segura de que no lo dijo solo para que lo ayudaras?
—Luego de salir, fuimos a una especie de escondite que «teníamos» y en un libro encontré esto —le muestro la foto, la mira detenidamente y luego le da la vuelta —, es mi letra.
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Vidas Robadas (VR#1)
General FictionVivo en un mundo perfecto. Claro, para los que lo controlan. Todo es controlado, desde dónde vivimos hasta la duración de nuestra vida. Al nacer, nos extraen una muestra de sangre, la examinan en un laboratorio, y no sé cómo lo hacen pero dejan en...