—No parece ser mala persona —dice Ben mientras Kate y yo lo escuchamos atentamente.
—¿Pudiste hablar con él? —pregunto ansiosa.
—Muy poco, la verdad. Al principio es difícil que hablen con un voluntario; siempre están a la defensiva ya que creen que si dicen algo «malo», tendrán problemas —toma un poco aire antes de continuar—, aunque él fue el único que no se hizo problema cuando me acerqué, se mostró bastante amable.
—¿No se ve peligroso? —pregunta Kate.
—No, para nada. No es como el típico perfil de un delincuente, bueno está claro que no lo es, sabiendo a que familia pertenece pero me refiero que si lo ves ahí se ve muy fuera de lugar, a diferencia de otros que pareciera que nacieron para estar encerrados ahí y están orgullosos de eso.
—¿Y de qué hablaron? —estoy impaciente por saber más de él, con esto siento como si yo misma hubiese participado en la conversación de ellos.
—La mayoría de las cosas ya las sabíamos, tiene veintiún años, está en la cárcel hace dos. Al parecer no se lleva muy bien con los otros presos, solo tiene un par de amigos que tienen bastante más edad que él por lo que supongo que es bastante maduro. Me contó que al principio se metía en muchos problemas, peleaba siempre con cualquiera que se le cruzara ya que no tenía nada que perder, le habían quitado lo más preciado que tenía y no le importaba si lo mataban allá dentro; con el tiempo se dio cuenta de que con eso tampoco se sacaba el dolor que sentía, así que comenzó a comportarse e ignoraba si alguien le hacía algún comentario hiriente.
—¿Le habían quitado lo más preciado? ¿Su novia?
—No le pregunté, y no creo que me hubiese respondido. Recién me conoció hoy y me sorprendí de que me contara eso, creí que me mandaría a volar bien lejos.
—¿Entonces no es un asesino serial? —bromea Kate y Ben le sonríe—. ¿No te dijo por qué está ahí?
—No, tenía que hacer otras cosas, el trabajo no consiste en quedarse hablando con alguien. Por lo general, en esos lugares hay mucho que arreglar y en qué ayudar.
Para ser el primer día que hablaba con él, esperaba menos información; ojalá con el tiempo se pueda seguir abriendo con Ben, y pueda confiar totalmente en él. Pensé que sería más difícil ya que no todos deben estar dispuestos a hablar con alguien que apenas conocen. Y ahora, con todo lo que contó Ben estoy cada vez más segura de que es una buena persona y que está ahí por un error.
***
Han pasado tres meses desde el día en que Ben inició su voluntariado y hemos tenido muchos avances; Alex se ha abierto mucho y le ha contado demasiadas cosas, ya le tiene confianza y estoy casi segura, aunque Ben no lo admita que están formando una especie de amistad. Mi amigo lo ha visto en sus mejores y en sus peores momentos; lo ha visto reír y también llorar por su novia, Mía, que murió en un accidente. Cada vez estamos más convencidos de que es casi imposible que le haga daño a otra persona.
Aparte de eso, Ben se consiguió un mapa de la cárcel y descubrimos que hay una entrada abandonada por la que si se tiene la llave correcta se puede entrar y salir sin problemas, y sin ser visto por las cámaras de seguridad. La parte difícil era conseguirse la llave pero un día llegó Ben con ella; me dieron ganas de decirle a Kate que le diera un beso, porque se lo merecía.
Esos dos están cada vez más cerca, pero aún no formalizan nada, y se siguen mirando en «secreto». Como si fuera ciega y no me diera cuenta de que el amor se les escapa hasta por los poros.
ESTÁS LEYENDO
Vidas Robadas (VR#1)
General FictionVivo en un mundo perfecto. Claro, para los que lo controlan. Todo es controlado, desde dónde vivimos hasta la duración de nuestra vida. Al nacer, nos extraen una muestra de sangre, la examinan en un laboratorio, y no sé cómo lo hacen pero dejan en...