Vidas Robadas (VR#1)

Capítulo 37: En el momento menos esperado.

—¿Esa era tu ex novia? —digo con los ojos muy abiertos de la sorpresa, definitivamente no me lo esperaba. Siento algo en el pecho, la chica es lo más parecido a una modelo que hay, si no fuera por esa voz tan chillona sería perfecta y yo... solo soy una chica que ni siquiera puede recordar quién fue. ¿Por qué habrán terminado?

Vamos de vuelta en un taxi, apenas él la vio me sacó de ahí lo más rápido que pudo. No quiso responder nada hasta que estuvimos dentro del auto, su mandíbula no parece estar tan tensa como antes.

—Sí —dice sin muchas ganas—, digamos que la dejé por ti y aún no lo supera del todo.

—¿Por mí? ¿Dejaste a esa chica que si postulara a Miss universo ganaría sin dudas?

—La belleza exterior no es nada si no va acompañada con otras cosas, sí, Dakota es una de las chicas más lindas que he conocido, pero no eres tú, tú eres la más linda. ¿Te has visto al espejo?, eres la chica más hermosa por dentro y por fuera que voy a conocer en toda mi maldita vida, no cambiaría nada de ti y sé que muchos piensan igual —noto que mis mejillas comienzan a sonrojarse—. Y si es necesario te lo recordaré cada día.

—Ahora entiendo por qué me odia —intento fingir que no me acabo de derretir con lo que dijo.

—Nos odia a los dos —se ríe y toma mi mano—. En todo caso, es mejor intentar no volver a encontrarse con ella, ya nos hizo demasiado mal en el pasado, junto con el idiota ese.

—¿Qué idiota? —pregunto, pero sé muy bien que está hablando de Ethan.

—Nadie, no importa.

—¿Crees que le diga a alguien que nos vio?

—Con ella nunca se sabe, si no dice nada es porque tiene un plan peor para nosotros, hay que estar atentos.

—¿Qué te dijo el doc cuando te llamó? —todo el incidente con su ex novia perfecta había hecho que olvidara que salió muy afectado de la consulta.

—Nada importante —me corta pero sigue pareciendo preocupado—, solo algo de mi padre.

Sé que no me está diciendo toda la verdad pero decido no presionarlo, no soy nada de él como para hacerlo. Mis ojos se comienzan a cerrar, todo esto me agotó y creo que necesito descansar.

—Estás cansada —me dice cuando estamos entrando a la casa—. ¿Quieres dormir?

—Sí —digo mientras bostezo—, duerme conmigo.

No lo piensa dos veces antes de levantarme del piso en sus brazos y dirigirse a la habitación; me deja suavemente en la cama y me abraza para que pueda dormir. Me acomodo y me quedo profundamente dormida, nuevamente en sus brazos, en ese lugar al que siento que pertenezco.

Cada vez que voy descubriendo más cosas, mis sueños se van volviendo más detallados; antes solo los veía por fuera y ahora puedo sentir, ver cada detalle, cada pensamiento que pasaba por mi mente en esos momentos.

—Voy a terminar con él hoy —dije unos años antes hablando por teléfono—, te lo prometo —suspiré al ver que no me creía—. Alex, confía en mi.

Estaba en mi bicicleta afuera de la casa de Ethan preparada para terminar con el, me tomé un tiempo para poder decidir cómo decírselo sin partir su corazón en mil pedazos.

—Mía —dijo Ethan con una sonrisa en la cara apenas me vio, se acercó para besarme pero me alejé.

—Necesitamos hablar.