Me tiemblan las manos, no sé qué me dirá el médico y me aterra pensar que hay algo malo en mí. Alex nota lo nerviosa que estoy y toma mi mano con la suya.
—Todo va a estar bien —dice mientras apoya su cabeza en la mía.
Asiento y le sonrío pero no puedo dejar de pensar en la sensación que tengo, es un presentimiento que se aleja mucho de la idea de que todo va a estar bien. Siento miedo por lo que me puedan decir; creo que mi temor más grande es que me confirmen lo que vengo sospechando hace bastante tiempo: que mis recuerdos nunca volverán al cien por ciento. Me aferro aún más a la mano de Alex y apoyo mi cabeza en su hombro.
Cierro los ojos un momento e intento relajarme nuevamente pero cuando los abro y miro hacia afuera en un semáforo, veo a Ethan en el auto del lado, antes de que pueda verme bajo la cabeza y hago que Alex haga lo mismo. El taxista nos mira como si estuviera sospechando algo y Alex tampoco entiende nada.
—Ethan, está ahí —le digo a Alex solo moviendo los labios. Su cara enseguida pasa de la confusión a la preocupación y su mandíbula se tensa.
El taxista sigue su camino y el auto de Ethan se pierde en la siguiente esquina, noto que el señor nos esta mirando por el espejo con los ojos entrecerrados.
«Por favor, que no reconozca a Alex.»
—Era mi ex novio —intento aclarar pareciendo despreocupada—, aún no supera que lo nuestro se acabó y que tengo un novio mejor. Si nos hubiese visto lo más probable es que hubiera armado una escena.
Alex sonríe al escuchar las palabras: «novio mejor» y el taxista parece quedar conforme con mi respuesta ya que que sigue el camino en silencio.
Nos bajamos afuera de la clínica y Alex paga el taxi antes de tomar mi mano para entrar. El doctor está atendiendo un paciente por lo que nos piden que esperemos en unos asientos.
—Mía Hamilton —dice la secretaria mientras yo me levanto.
—Ven conmigo —tomo la mano de Alex para que me acompañe, no puedo hacer esto sola.
Caminamos y abrimos la puerta; apenas entramos Alex y el doctor Collins se abrazan y me queda totalmente claro que se tienen mucho cariño.
—Tantos años, hombre —dijo el doctor con una sonrisa. Luego nos invita a tomar asiento frente a su escritorio—. Mía, que alegría verte de nuevo por aquí.
—¿Vine antes aquí? —pregunto y Alex le da una mirada al doctor como diciéndole que no hable de eso
—¿Qué los trae a la consulta? —ignora mi pregunta y cambia de tema.
—Mía tiene algunas... complicaciones —dice Alex y me apunta para que pueda decirle lo que me pasa.
—No sé por donde empezar —me río con timidez—. En pocas palabras, desperté hace ocho meses sin recordar nada de mi pasado, mi madre me ha mentido todo este tiempo, me cambiaron el nombre, entre otras cosas. Por otro lado, no sé por qué según el médico que vi, no puedo soñar porque no es normal, pero no pude evitar soñar con Alex muchas veces hasta que lo encontré —termino tomando una gran bocanada de aire.
—¡Wow! —el médico parece sorprendido y yo también lo estoy al escucharme decir eso en voz alta, suena mil veces peor—. Esto es mucho más que «algunas» complicaciones.
—¿Se puede hacer algo? —pregunta Alex.
—Estaba pensando en una resonancia magnética, pero primero voy a revisar sus signos vitales.
Me siento en una camilla y me conecta unos cables para revisar mi presión arterial, frecuencia respiratoria y temperatura; no entiendo nada de esto así que observo todo en silencio. Luego con una luz apunta mis ojos para ver cómo reaccionan. Al parecer todo está en orden, así que escribe una orden para hacerme la resonancia ahora mismo.
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Vidas Robadas (VR#1)
General FictionVivo en un mundo perfecto. Claro, para los que lo controlan. Todo es controlado, desde dónde vivimos hasta la duración de nuestra vida. Al nacer, nos extraen una muestra de sangre, la examinan en un laboratorio, y no sé cómo lo hacen pero dejan en...