Capítulo 9: Expedientes Secretos

10.3K 919 26
                                    

Estamos frente al computador pensando en qué hacer primero, hay muchas cosas y no sabemos por dónde empezar. Entramos a una carpeta donde dice «expedientes ciudadanos» y en el buscador anoto «Alexander». Para mi sorpresa aparecen más de cincuenta personas que se llaman así, no pensé que fueran tantas. ¿Por qué tenía que ser un nombre tan común? Esto será más difícil de lo que pensé.

—Podríamos guardar la información de todos en un pendrive y mañana volver a buscar más tranquilas, es un poco tarde y tú aún no te recuperas del mareo.

—Estoy bien.

—No, no lo estás. Guardemos esto y vámonos.

Guardamos toda la información que había y volvemos a mi habitación. Kate se queda dormida enseguida pero yo no puedo dejar de pensar en esto, así que comienzo a investigar lo que tengo. Voy clasificando por edades y borro a todos los que tengan más de veintitrés o menos de dieciocho años. Ahora, me quedan treinta chicos posibles; no son tantos así que empiezo a abrir los archivos uno por uno para ver si puedo averiguar algo más.

Cerca de las seis de la mañana encuentro lo que andaba buscando y quedo frente a frente con la foto de Alexander Ford. Es él, lo encontré al fin.

Me levanto, me pongo un sweater encima del pijama y me dirijo en silencio al escritorio de Sarah, no soporto un día más sin averiguar algo que de verdad sirva. Entro en silencio y me pongo a revisar los expedientes con la letra «F», rápidamente llego al apellido Ford y así a Alexander; pero lo que nunca imaginé que podría pasar es que la carpeta esté vacía, es la única que no tiene nada de información, por lo tanto, eso confirma mi teoría de que me están ocultando algo importante. 

Me apresuro a salir de ahí antes de que alguien me vea.

—¿Qué haces aquí? —demasiado tarde, Gina me interrumpe cuando estoy cerrando la puerta y yo doy un salto del susto.

—¿Yo? —pregunto nerviosa—. Es que creo que el otro día dejé un lápiz olvidado... aquí, en la oficina... de Sarah.

—¿A las seis de la mañana buscas un lápiz?

—Sí, desperté y ya no puedo seguir durmiendo.

—¿Y dónde está?

—No lo encontré.

—Te conozco desde que naciste, mi niña —me guiña el ojo—. No diré nada, pero intenta no volver a hacerlo.

—Gracias Gi, eres la mejor —la abrazo y me voy por fin a dormir, me bajó el cansancio de golpe.

Cuando vuelvo a mi habitación, Kate esta despertando, apenas me ve se sienta en la cama.

—¿Qué pasó?

—Alexander Ford —suspiro y me tiro de espalda a la cama—,la única persona sin información en su expediente.

—¿Nada?

—Nada —respondo sin animo—, me desvele por nada, ahora dormiré un rato.

—No te rindas, ya encontraremos algo.

Le sonrío y luego me duermo enseguida, sueño con Alex nuevamente.

Estábamos en una playa, solo los dos disfrutando de un día soleado. Él se estaba bañando mientras yo tomaba sol en la arena, antes de que pudiera darme cuenta me cargó en sus brazos y me llevó directo al agua.

—¡No! —grité cuando estaba a punto de entrar—. ¡Alex no! —comencé a mover mis piernas para que me bajara pero no me soltó.

—El agua está muy buena como para perdérsela, luego me lo agradecerás —me sonrió.

Vidas Robadas (VR#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora