Capítulo 27.

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Alessa Rodríguez.

   Al llegar a la empresa, subí a mi oficina. Entré y me senté en la mesa.

   El efecto del medicamento había comenzado a hacer efecto, estaba somnolienta, con debilidad en el cuerpo y dificultad para concentrarme.

   Poco después, George entró en la oficina y se acercó a la mesa.

   — Buenos días.

   — Buenos días, ¿estás bien?

   — Sí, estoy bien — respondí con voz arrastrada.

   — ¿En serio? Pareces un poco distraída.

   — Estoy bien — sonreí.

   — ¿Tomaste algo? ¿Alguien te dio algo?

   — Mi amiga me dio un calmante, creo que funcionó bien.

   — ¿Calmante?

   — Sí, lo necesitaba.

   — Alessa, si estás estresada por el trabajo o por mi familia, puedes contármelo, así podemos hablar y mejorar, sea lo que sea que te esté molestando.

   — Claro, agradezco tu consideración.

   — Vine a llamarte para la reunión con Liam y Violeta.

   — Ya voy.

   Me levanté somnolienta y me dirigí a la puerta. Al intentar abrirla, perdí el equilibrio y caí hacia atrás. George me agarró por la cintura y me levantó.

   — ¿Estás segura de que estás bien?

   — Sí, lo estoy.

   — Si no quieres ir a la reunión, no es necesario.

   — Puedo ir.

   Al llegar a la sala de reuniones, entramos y vimos a Liam, Violeta y Rafael esperándonos.

   — ¿Qué está haciendo él aquí? — preguntó George.

   — Rafael será nuestro nuevo ayudante, George, tendrás que acostumbrarte — respondió Liam.

   — Buenos días, Sr. Jones — saludó Rafael con una leve sonrisa.

   — Buenos días.

   — Hola, Alessa.

   — Hola, Rafael, es bueno verte de nuevo.

   — Igualmente — sonrió.

   — Comencemos la reunión — anunció Violeta.

   Mientras los demás discutían sobre los negocios de la empresa, sentí más somnolencia y comencé a bostezar bastante.

   — ¿Ella está bien? — preguntó Violeta, interrumpiendo la reunión.

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