El Nuevo CEO

Capítulo 58.

Alessa Rodríguez.

    Al ver a mi padre caer, corrí hacia él y me arrodillé a su lado.

    — No, no, no. ¡Papá! — dije, con los ojos llorosos y mis manos sobre su herida.

    — Alessa... — respondió Luis con dificultad.

    — Aguanta, papá, la ambulancia ya viene en camino — dijo David.

    Me levanté y caminé hacia George.

    — ¿Dónde está Liam? ¿Dónde está tu maldito hermano? — grité.

    — Calma, Alessa, no lo sé, yo...

    — Huyó — respondió Leonor.

    — ¡Maldita sea!

    Salí de la casa y corrí hacia la puerta, tratando de encontrarlo.

    — ¡Liam, maldito desgraciado, aparece! — grité mientras corría.

Violeta Sánchez.

    Mientras esperaba que George me llamara desde el coche, oí una discusión en marcha. Al abrir la puerta, vi a Liam corriendo fuera de la casa. Salí del vehículo y lo seguí, tratando de alcanzarlo.

    Al acercarnos a la puerta, agarré un trozo de madera que estaba en el césped y golpeé a Liam en la espalda, haciéndolo caer inmediatamente.

    — ¿Qué estás haciendo?

    — El tirador disparó a la persona equivocada, disparó a Luis.

    — ¡Maldita sea, Liam! ¡Te dije que saldría mal! No te vas a escapar, no ahora.

    — Por favor, Violeta, ¡voy a ir a la cárcel!

    — ¡No me importa! Espero que te pudras ahí.

    — ¡Zorra!

    Con esfuerzo, Liam se levantó rápidamente y me arrancó el trozo de madera de las manos, golpeándome en la cabeza, lo que resultó en un desmayo inmediato.

Alessa Rodríguez.

    Al llegar a la puerta, me encontré con Violeta inconsciente. Luego, George se acercó.

    — Violeta — la sacudí.

    — Liam logró escapar.

    — ¡Tenemos que ir tras él!

    — Alessa, calma, primero cuidemos a tu padre y luego dejemos que la policía se ocupe de Liam, pero ahora la prioridad es Luis.

    — Está bien.

    George tomó a Violeta en brazos y regresamos a la casa.

    Algún tiempo después, llegó la ambulancia. Mientras acompañaba a mi padre en la ambulancia, mis hermanos, Olivia y Marcia nos seguían en el coche de George.