10. La fragilidad de Leysa

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𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚

─ Estaba seguro de que ella venía siguiéndonos ─ afirmó Theodore, frunciendo el ceño.

─ Ella vendrá, deja de estar tan paranoico. Además, no es como si fuera una niña que necesite que la cuidemos ─ replicó Pansy con fastidio en su tono de voz.

─ Ella es ingenua, en cualquier momento nos descubrirán si no tiene cuidado ─ exclamé, sintiendo la ira surgir en mi interior.

─ Draco, deja de ser tan cruel con ella ─ intervino Blaise con seriedad. ─ ¿No te has dado cuenta? Leysa te tiene miedo.

Mis ojos se clavaron en Blaise, furioso, mientras Theodore evitaba mi mirada, evidenciando la veracidad de las palabras de mi amigo.

─ Miedo, eso es patético. La he tratado bien ─ los enfrenté, mi enojo en plena exhibición. ─ Leysa ha actuado como una niña que no sabe qué hacer.

─ Leysa fue torturada por tu tía. Es obvio que te tiene miedo. Tal vez piensa que le harás daño, al igual que Bellatrix lo hizo ─ admitió Theodore.

─ No soy como esa loca ─ exclamé, intentando defenderme.

─ Lo sabemos, Draco, pero eso no cambia el hecho de que ella sea tu tía y la mujer que dejó a Leysa herida ─ comentó Blaise.

─ Draco, no es que quiera defenderla, pero debo admitir que siempre se ve asustada, como si esperara que alguien la atacara. ¿No lo has notado? ─ admitió Pansy, a pesar de haberme dicho en múltiples ocasiones lo poco que le agradaba Leysa.

Recordé las veces en que ella se disculpaba, a pesar de no tener la culpa de los errores que los demás cometían. Recordé su mirada llena de miedo, como si alguien estuviera a punto de lanzarle un hechizo, pero, en repetidas ocasiones, mencionaba que esperaba la muerte. ¿Por qué debería temerle a un simple hechizo?

─ ¿Nunca has hablado con ella acerca de lo que sucedió con Bellatrix? Tal vez hizo cosas distintas ─ sugirió Blaise.

─ Dejen de preguntar. No he hablado con ella, no me interesa hacerlo y no quiero que toquen ese tema ─ les advertí, con firmeza.

─ Tal vez no quieres hablar del tema porque te sientes culpable de que Bellatrix haya sido quien lastimó a Leysa ─ Blaise y Pansy parecían igual de sorprendidos que yo al escuchar las palabras de Theodore. ─ Draco, no tienes la culpa de que tu familia sea así.

─ Vayan al salón. Iré a buscarla yo mismo.

Ella debía de estar cerca. Theodore me informó que asistió a todas las clases que tenía, a diferencia de mí, que apenas si aparecía. Tal vez sintió la presión de pedirle el veneno para continuar con nuestro plan. Tal vez fui demasiado duro con ella y eso la llevó a escapar.

Cuando doblé por el segundo pasillo, la encontré sentada en la banca de piedra, apoyada contra la pared. Lloraba, pero no eran simples sollozos. Lloraba con angustia, mientras con una mano intentaba tapar su boca y con la otra apretaba el puño con fuerza. En ese momento, pude ver lo vulnerable que era. Ambos estábamos agotados de este plan.

Me acerqué y, sin decir una palabra, me senté junto a ella, mirando el muro frente a nosotros.

─ Perdón ─susurró, tratando de limpiar sus lágrimas y calmarse─. Yo estaba... no estaba...

Sus palabras se trababan debido al evidente nerviosismo que generaba mi presencia.

Theodore tenía razón. Ella pensó que le haría daño.

─ Está bien ─dije, intentando hacerle entender que no estaba enojado─. Solo vine a buscarte.

─ Sí, debemos volver al salón ─se levantó, y yo hice lo mismo.

─ No, no en ese estado ─la detuve─. Vamos a tu habitación, descansa un poco.

─ Perderé el tiempo descansando ─dijo, mientras limpiaba su rostro─. Debo asistir a clases ─sonrió con la tristeza que se reflejaba en su rostro.

─ Bueno, por el juramento que hicimos, quiero que descanses conmigo, ¿de acuerdo?

─ No, ambos debemos ir. El juramento solo funciona si dejo de ayudarte en lo que necesites con el plan, y descansar no está en el plan ─suspiró─. Mira, ya estoy bien.

─ Leysa.

Ella me miró, esperando a que dijera algo.

─ Draco, no es necesario que hagas esto ─dijo─. Yo te conozco.

─ Estás mintiendo. No me conoces ─tomé su mano y la miré─. Lamento haberme comportado mal contigo. No fue mi intención hacerte pensar que te haría daño.

─ No debes disculparte. Yo entiendo lo que haces. No es una tarea fácil.

─ Lamento hacerte pensar que soy igual a Bellatrix, pero no lo soy. Te juro que no lo soy.

A pesar de todo, ella sonrió y asintió.

─ Fui yo quien te juzgó mal. Está bien, no hay problema ─me aseguró.

─ Ahora debemos ir a la sala, solo por hoy. Si te ven así, levantaremos sospechas.

Ella aceptó de inmediato. Me di cuenta de que, solo para evitar sospechas, ella faltaría a clases. De lo contrario, habría asistido sin importar su estado.

Había evitado todo sentimiento y empatía hacia ella porque la culpa me consumía lentamente al saber que alguien de mi familia era capaz de torturar a una persona como Leysa.

─ Aquella vez que regresé tarde a la sala, decidí dirigirme a la biblioteca ─confesó mientras caminábamos,─ Quería explorar si había algún rastro que pudiera devolverme mis recuerdos.

─ Pensé que habías abandonado la búsqueda ─respondí.

─ No puedo hacerlo. Quiero recordar algo de mí y descubrir si tengo una familia ─Leysa me miró con determinación.

─ Tal vez sea lo mejor que dejes de buscar ─dije─. Apoyo tu idea, pero ten en cuenta que si encuentras algo que no te guste, podría complicar aún más la situación.

─ Draco, he hecho muchas promesas y quiero que, al final de todo esto, pueda recordar, aunque sea algo. No importa si mi pasado es bueno o malo, solo quiero saber si tengo una familia ─expresó con firmeza.

─ Está bien, entonces tal vez pueda ayudarte ─propuse, pero ella negó.

─ No, no quiero meterte en problemas por eso ─aseguró─. Si algo te sucede, entonces no tendré forma de ver a Narcissa.

Al llegar a la sala, nos sentamos en el sofá y nos sumergimos en un cómodo silencio durante un largo rato. En pocos minutos, Leysa cayó en un profundo sueño.

Observé detenidamente su rostro. Cuanto más lo miraba, menos entendía la insistencia de llevarla conmigo. ¿Por qué era tan importante para su plan? Si tan solo tuviera las respuestas, le revelaría la verdad a Leysa sin importar las consecuencias que yo tuviera que enfrentar.

𝑷𝒖𝒓𝒆 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅, 𝑫𝒊𝒓𝒕𝒚 𝑺𝒐𝒖𝒍 | 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora