𝑷𝒖𝒓𝒆 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅, 𝑫𝒊𝒓𝒕𝒚 𝑺𝒐𝒖𝒍 | 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲

42. La oscura perdición

L E Y S A    F A R R I N G T O N

"Mi querida Leysa,

No puedo expresar con palabras el alivio que inunda mi ser al saber que estás a salvo. Quiero que sepas que siempre estaré a tu lado, incluso a pesar de la distancia que nos separa.

Tonks se encuentra en los últimos meses de su embarazo y la emoción y el temor se entrelazan en mi interior. Ser padre es una responsabilidad abrumadora, pero estoy seguro de que Tonks y yo haremos todo lo que esté en nuestras manos para convertirnos en buenos padres.

Deseo de todo corazón que formes parte de esta nueva etapa de nuestras vidas. Quiero ofrecerte la familia que mereces y quiero que sepas que siempre serás bienvenida en nuestra casa. Por favor, dame la oportunidad de tener a mi hija contigo, a pesar de la difícil situación con Voldemort. Si decides aceptar mi invitación, simplemente devuelve esta carta con un 'sí' y nos encontraremos en el bosque cercano a la Mansión Malfoy, dos días después de que comiencen tus vacaciones.

Espero de todo corazón que te encuentres bien, Leysa. No permitas que nadie te arrebate tu libertad. Es lo único que verdaderamente nos pertenece en este mundo incierto.

Con todo mi amor, papá y Tonks."

— ¿Por qué no vas con ellos? —preguntó Draco, sentándose a mi lado.

— ¿Y dejarte solo? —él sonrió,— Sabes que si me voy, seré parte de la búsqueda principal. Si algo le pasa a mi papá por mi culpa, no me lo perdonaré.

— Él te necesita, yo también te necesito, pero es una oportunidad para convivir con tu familia —Lo miré indecisa,— Nos volveremos a ver cuando esto termine.

— ¿Crees que sea buena idea? —pregunté, insegura,— Tal vez lo mejor sea seguir el plan.

— Yo seguiré con mis padres, pero tú necesitas regresar a la vida que te arrebataron.

Draco me convenció de ir con Remus y Tonks para poder estar con ellos cuando llegara el nuevo miembro de la familia. Habíamos decidido contarle el plan a Blaise y Theodore cuando regresáramos a casa en diciembre.

— No te preocupes, todo saldrá bien —dijo Theo sonriendo,— Regresarás con tu padre.

— Gracias —miré a Blaise y Theodore,— Sé que cuando eso pase, Voldemort los mandará a llamar. Así que usen el plan que tengo.

— ¿No crees que eso provocará que intenten buscarte más? —negué.

— No, eso los desviará —tomé el pergamino,— Si algo pasa, nos encontraremos en la cabaña del padre de Blaise y, si necesitan entregarme, lo harán.

— Aunque eso no pasará —intervino Draco,— Nadie te atrapará.

— Bueno, hay que tener opciones —dije,— Es probable que al primero que interroguen sea a Blaise. Voldemort sabía que me casaría con él.

— Te apuesto a que ni Voldemort se lo creyó —se burló Theo, haciendo que todos sonriéramos,— Es como si dijera que no nací para ser Slytherin.

El plan quedó suspendido sin que nadie dijera nada para evitar levantar sospechas. Mientras me sentaba en la sala común, vi a Theodore concentrado en su tarea mientras Draco apoyaba su cabeza en mi pecho sin lastimarme, jugando con su cabello. Blaise, por su parte, estaba recostado en el suelo mirando hacia el techo.

— Si salimos vivos, quiero comprar una tienda de vinos —habló Theodore,— o tal vez una tienda de muebles.

— ¿Muebles? —pregunté, dejando de acariciar a Draco,— No sería mala idea, tal vez una librería —Draco se removió para que siguiera acariciándolo.