L E Y S A F A R R I N G T O N
Abril, 1997
A tropezones llegue al baño, habían pasado dos días desde mi transformación haciendo que de nuevo mi rostro estuviera lleno de rasguños que gracias a Snape cicatrizaban lentamente, pero aún así debía quedarme en la habitación en lo que estas desaparecían. Cuando salí del baño tocaron la puerta.
— ¿Sí? —intente sonar normal,— Sea quien sea no puedo abrir, estoy enferma y es contagioso —dije al no recibir una respuesta.
— Soy yo —reconocí la voz de Draco.
Abrí la puerta y me regresé lentamente a la cama,— ¿Que quieres?, ¿No había otro mejor momento para buscarme?
Soné molesta porque era evidente que Draco sabía lo que pasaba por estos días. El debía mantenerse alejado así como lo estaba haciendo en los primeros meses de nuestra separación.
— Conseguí la botella —lo miré.
Me acerqué a el para tomar la botella, pero el la alejo,— No estoy para juegos Draco, quieres quedartela y ganarte el crédito, adelante.
— ¿Por qué esta vez los rasguños parecen ser más profundos? —se refería a mi rostro.
— He intentado mantener mi conciencia cuando me transformo, pero llegan momentos en que esa cosa se apodera de mí. Snape dice que me ataco a mi misma y el no sabe como detenerme —le admití esperando a recibir la botella.
— ¿Ya te ha dado algo? puedo preparar un hunguento para ti —dijo esperando que aceptara.
— No, ya tengo quien lo prepare —el asintió y me entrego la botella,— Estara listo la proxima semana, si esto resulta bien en Abril tal vez se cumpla lo planeado —dije dejando la botella en mi escritorio.
— Leysa, deberías reposar un poco más, estas a dos días de la transformación y ya estas caminando a un lado a otro —pude sentir sus pasos llendo hacia mí.
— Draco, necesito que salgas —dije sin voltear,— ¡Ya! —grite.
Espere a que el sonido de la puerta cerrarse me indicara que el ya estaba fuera de mi habitación. Las lagrimas salieron sin parar como había pasado desde hace una semana, sabía que mis emociones eran alteradas cuando llegaban los inicios de meses.
Había llorado tanto por no tener a Draco y poder abrazarlo como antes, recordaba los momentos antes de mi transformación, el iba a verme cada noche, me cuidaba, me abrazaba. Ahora que no estaba yo debía ser quien me diera animos, debía obtener positivismo cuando no sabía como. Si no tuviera una pizca de control estoy segura de que hubiera salido para seguirlo y suplicarle que regresara a mí, que los días eran eternos sin el a mí lado, que era todo lo que necesitaba y si el me lo pedía olvidaría mi venganza.
Mi recuperación pareció ser eterna, cuando me incorpore de nuevo en clases decidí enfocarme en que la botella le llegara a Slughorn una semana antes de que terminar el mes de mayo. Durante ese tiempo, me mantuve vigilante, asegurándome de que todo estuviera en orden y de que Draco cumpliera con su parte del plan. Sin embargo, algo inesperado sucedió.
Una tarde, mientras caminaba por los pasillos de Hogwarts, me di cuenta de que alguien me seguía de cerca. Al voltear, reconocí a Harry Potter. Mi corazón se aceleró y una mezcla de emociones contradictorias se apoderó de mí. Por un lado, sentía un profundo deseo de acercarme a él, de confiarle mi secreto y buscar su ayuda. Pero por otro lado, el miedo a ser descubierta y a que me consideraran una cómplice de Voldemort me frenaba.
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𝑷𝒖𝒓𝒆 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅, 𝑫𝒊𝒓𝒕𝒚 𝑺𝒐𝒖𝒍 | 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲
FanfictionPure Blood, Dirty Soul - Sangre Pura, Alma Sucia Cuando no hay nadie a tu alrededor, la soledad se convierte en una compañera inquebrantable, envolviendo cada rincón de tu ser. Aprendes que la crueldad del mundo deja cicatrices, tanto visibles como...