Sangre de Luna

CAPITULO 3

Por más que le insistí a Jazmín no asistir al instituto, ella no cambiaba de opinión.

—¡Charlotte, dice mamá que la cena está lista! —gritó mi hermanastro Cris.

—¡Deja de gritar, que me dejarás sin oídos! —le reproché. —¡Ya voy!

Me había adaptado tanto a este estilo de vida que no sentía la necesidad de buscar a mis verdaderos padres. Jazmín, Jonathan y Cristóbal me veían como si fuera una más de la familia y yo los veía a ellos como mi familia verdadera. A veces con Cris teníamos peleas, como cualquier par de hermanos, pero siempre sentía algo extraño en mi pecho, un vacío que no podía curar. Tal vez era por él, mi mate o eso fue lo que me dijo mi madre Jazmin.

—Bruja —Cris me mira con maldad —Dice mamá que bajes.

—Ahora voy.

—Si no bajas pronto, ella se enfadará, y lo sabes.

—¡Que ya voy!

A veces por las noches tenía pesadillas con lo que viví hacía dos años. Despertaba llorando a mitad de la noche. Jazmín y Jonathan corrían de inmediato a mi habitación y me abrazaban e intentaban controlarme mientras me repetían que ya no estaba sola, que ellos estaban conmigo.

No obstante, por más que traté de olvidar mi pasado, este me perseguía hasta en mis sueños para revivir lo que me hacían esos vampiros. Sin embargo, cuando veía el bosque desde otro punto de vista o cuando veía nuestra casa, a Cris y a mis padres, me sentía tranquila y recuperaba mi seguridad.

Bajé para cenar.

Al ver que Jazmín necesitaba ayuda, le ayudé a acomodar los platos.

Luego de una hora, todos estábamos satisfechos.

—Mamá, estuvo rica la cena. —Sonreí, pero mi sonrisa se esfumó al ver los rostros serios de mis padres—. ¿Sucede algo?

—Tenemos que hablar sobre tu apariencia. —Jonathan me contempla.

—¿Qué tiene mi aspecto? Sé que no soy delgada, pero…

—No es sobre eso —me interrumpió—. Habrá personas afuera que verán extraño ese color de cabello y ojos, así que tendremos que cambiarlos.

—Pero mi cabello me gusta tal y como es. Ustedes saben cuánto esperé para ver cómo es, ¿y ahora me piden cambiarlo?  

—Entiende que lo hacemos por tu bien —expresó Jazmín—. Solo no queremos que corras peligro cuando estés fuera de casa. Sabes que no estaremos tranquilos sabiendo que puede pasarte algo si no estamos cerca de ti.

Me sentí un poco asustada cuando mencionaron que debía cambiar mi cabello, pero me aterra más saber que tienen razón así que debía recordarme a mí misma que ellos me amaban y que me protegían para que nunca me sucediera algo malo.

—Está bien. —Me resigné, pues tenían razón.

—Me alegra que comprendas, hija.

Amaba tanto cuando Jonathan o Jazmín me decían hija, ya que me emocionaba.

Asentí con una sonrisa...

—Entonces mañana vendrá Irene —informó jazmín cuando tomó mi mano con una sonrisa.

—¿Irene?

—Es una vieja amiga del instituto —aclaró mientras se levantaba. —Ella se encargará de tu cambio.

—Bueno, los dejo. Tengo que ir a Dark Moon. Alan me está esperando —comunica Jonathan. Dark Moon, es la manada en donde vive la familia de Jonathan menos él. ¿A veces me pregunto porque no vive con ellos?