CAPITULO 42

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—¿Cómo lo sé? Es porque soy yo mamá. Soy Sofía, tu pequeña flor. —Se levantó para acercarse a mí y se colocó en cuclillas—. ¿Acaso ya no me quieres? —Puso ese rostro que solo Sofía hacía para convencerme en todo. —Me odias en serio.

—¿Sofía? —articulé sin creer que era ella. —¿De verdad eres tú?

—Sí, mamá.

Se abalanzó sobre mí y me abrazó con fuerza.

Su olor y su actitud me indicaban que era Sofía, y eso nunca cambiaría en ella.

—Pero ¿cómo creciste?

—Ya te lo dijo la abuela Jazmín. Créeme. —pidió con esa sonrisa tierna que la caracteriza, —Aunque aún no saben por qué estoy con ustedes, pero ahora les diré lo que está pasando.

—Mírate —sonreí llena de felicidad y admiré lo hermosa que era—, eres muy hermosa.

—Gracias, mami. Ahora debes escucharme. —pide con una seriedad que me lleno de ternura —Escúchenme si..

—Está bien —acepté con una sonrisa al ver lo parecida que era a Dominick y que por mis celos no me di cuenta antes aunque era extraño decir eso porque en realidad no era su hija verdadera —Continúa.

Cuando vio que al fin había creído que era Sofía, ella se sentó a mi lado y nos miró a todos.

—Siglos atrás, ustedes eran los mejores alfas de la región. Cuando se vieron por primera vez, se reconocieron como mates. Fruto de su amor, nacimos mi hermano Arthur y yo. Ustedes tenían tanto poder entre los lobos que lograron obtener un poder que era comparado al de el rey y eso hizo que se ganara muchos enemigos en especial del rey de los vampiros, no soportaba la idea de qué los lobos tuvieran el mismo poder que él poseía y eso hizo que odiara nuestra familia.

Un día, cuando todo estaba muy descontrolado, ustedes prohibieron que Arthur y yo pudiéramos ir a ninguna parte si no íbamos escoltados, pero a mí no me gustó esa orden y los desobedecí y escapé sin saber que unos vampiros me vigilaban entre las sombras.

Me tomaron por sorpresa, logrando capturarme.

El rey dijo que solo faltabas tres más. Entendí que quería eliminar a nuestra familia. No quería dejar ningún descendiente. Mi hermano, al enterarse de que fui capturada por vampiros, cometió el mismo error que yo al desobedecerlos y llegó al castillo solo.

" Dominick y yo nos vimos las caras asombrados de estar escuchando sobre nuestras vidas pasadas "

—Al poco tiempo, ustedes llegaron con los nuestros, sin saber que hicieron lo que él deseaba: tenernos a todos reunidos. —Guardó silencio. Unas lágrimas rodaban por sus mejillas al recordar los sucesos del pasado. Me sentía extraña al escuchar cómo Dominick y yo tuvimos una familia en el pasado. Por lo que presentía, la habíamos perdido—M-Mi hermano logró encontrarme, así que salimos de ahí y los buscamos para contarles lo que el rey planeaba contra nuestra familia. Cuando escuché sus gritos, corrí hacia ustedes dejando a mi Hermano atrás  —Se ríe —Ya que de los dos; yo siempre fui la más veloz y él el más fuerte; — se queda en silencio y me doy cuenta que sus manos tiembla y sus labios también —Me di la vuelta y llamé a Arthur para que se apresurara. Sin ver que un vampiro estaba a mis espaldas, me lanzó una daga. Yo... cerré mis ojos esperando sentir la espada atravesarme, pero al no sentir nada los abrí de nuevo... vi la espalda de mi hermano frente a mí; mi hermano... se sacrificó y grité desesperada al verlo sufrir. Y creo que por eso ustedes a los pocos segundos aparecieron. Pero... tú, mamá, al ver a mi hermano agonizando, perdiste el control. Aprovechando su descuido, ambos fueron emboscados por más enemigos. Al verse acorralados, me gritaron que huyera. Me negué, — se me partió el alma a ver a a Sofía sufrir de esa forma —Sabía que si me iba no nos volvería a ver por eso me rehusaba irme pero Arthur me dijo que no hiciera que sus esfuerzos fueran en vano.

Sentí un gran nudo en mi garganta; ni siquiera sabía qué decir no encontraba palabras nosotros tomamos una decisión sin saber el dolor que le causaría ella. Sofía lloró sin consuelo pidiendo disculpas una y otra vez por habernos desobedecido ya que dice que si no lo hubiera hecho jamás habría pasado.

Ella se culpa sí misma por nuestras muertes y no deja de llorar por ello.

—N-No quise... no quise que mueriesen... pero no pude hacer nada por ustedes.

—Ay, cielo. —la abracé y acaricié su espalda de arriba abajo para que no se sintiera mal. —Deja de llorar por favor

—Y-Yo no quería abandonarlos —derramó más lágrimas, que quitó molesta—P-Pero no tenía opción. Sólo pensaba en lo que mi hermano me decía que no hiciera que sus esfuerzos fueran en bueno pero cuando me alejé antes de irme, los miré por última vez solo para presenciar cómo papá moría degollado... E-El rey atravesó el pecho de mamá y tomó su corazón. —mi piel se erizó después de escuchar mi horrible muerte. —E-En verdad lo siento.

Un silencio muy tenebroso albergó toda la habitación al escuchar lo sucedido en el pasado y de cómo habíamos muerto.

Lo peor era que fue de una manera tan espantosa que me dejó con un mal sabor de boca, o tal vez así lo veía yo al descubrir que mi propia sangre me arrancó el corazón.

Observé a Dominick; parecía asustado, al igual que yo al escuchar su muerte antes de volver a nacer. Mis padres por otro lado, solo nos miraban espantados por lo que había dicho Sofía.

—¿Y-Y cómo v-volviste a nacer si quedaste con vida? —Jonathan rompió el silencio que había entre nosotros. —¿Cómo es posible eso?.

—Yo hui. Pero después de darme cuenta que lo había perdido todo por mi necedad, yo... no quería vivir sin mi familia; fue cuando la madre luna apareció frente a mí y cómo estaba fuera de sí le grité la razón de haberme quitado mi familia y su respuesta simple me enojó más porque me dijo que todo estaba destinado como ella lo quería y que pronto vería a mi familia de nuevo porque volverían a nacer, pero que debía ser paciente, pero le dije que no quería mi vida, que quería volver a nacer hasta que ellos me necesitaran. Ella me preguntó si estaba segura de lo que decía y y le dije que sí, porque si permanecía con Vida al final terminaría suicidándome así que ella aceptó. Si esa era mi voluntad, así sería, Pero había una condición y es que le daría mi vida a alguien más que la necesitara.

—Así que ella te quitó la vida y se la dio a alguien que la necesitara. — mi padre analiza la situación  —Naciste porque así lo destinó ella antes.

—Sí, abuelo Jonathan.

—¿Y no te mencionó cuál es ese destino?

—No, abuela. Solo me pidió que pasara lo que pasara debíamos aceptar nuestros destinos sin importar cómo fueran.

¿Por qué sus palabras sonaban como si un mal presagio estuviera por venir hacia nosotros?

Sangre de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora