CAPITULO 17

1.1K 57 0
                                    

-¿Estás segura? El director dijo que te tomaras una semana más -comentó Madi mientras salíamos de la casa.

-Necesitó salir y olvidar lo que pasó anoche -susurré al recordar todo. -Necesito despejar mi mente.

-¿Eso? -Madi se queda pensando -Ahh.. Hablas del beso -dice con burla.

-No me digas que nos viste.

-Claro que sí, pero fue por accidente.

Me ruborizo de la vergüenza mientras lo maldigo por esto.

-Ni crea que esto se quedará así.

-Es Dominick, amiga, y él hace lo que se le da la gana.

-Pero conmigo no será así.

-Charlie, ¿qué estas planeando? -ladeo una sonrisa escalofriante -Charlotte...

-Ya verás, Madi. Ya lo verás.

No pude dormir en toda la noche, solo pensé en lo que sucedió en mi habitación. Reviví en mi mente una y otra vez lo que pasó entre Dominick y yo y sin darme cuenta me encontraba riéndome como una estúpida pensando que fue increíble, al darme cuenta que estaba haciendo lo que él quería me golpee a mí misma un par de veces para que dejara de ser tan ilusa.

Aún usaba mi "disfraz" y solo Madi, Lucían y Dominick conocían mi verdadera esencia.

Las horas pasaron y llegamos a la era hora del almuerzo. Cuando entré a la cafetería, mis ojos divisaron a Dominick muy acaramelado con una de las amigas de Amber.

"Pero que cínico. Incluso sabiendo que yo estoy cerca, no le importa moverle la cola a una zorra".

Esto no se iba a quedar así, no sé a qué demonios está jugando, pero yo no seré el hazme reír de nadie porque, así como me llamo Charlotte, él me pagaría la vergüenza que pasé anoche en la cena y creer que voy a tolerar estupideces como estas.

-¡Dominick Collins!

Todos me vieron con mucha atención, incluyéndolo a él, me miraba como si yo fuera poca cosa, una mirada agria llena de arrogancia y desprecio, pero su expresión cambió al darse cuenta de lo que haría. Sabía que su ego no le permitía acercarse a mí por guardar apariencias.

"Y eso que antes había dicho todo lo contrario"

-¡Yo, Aurora... -su rostro se puso pálido, ¡pues creía que lo iba a rechazar frente a todos! ¡Yo gozaba de felicidad por dentro- Te voy a moler a golpes!

Le di mis cosas a Madi rápidamente sin perder tiempo, tomé impulso para correr hacia él, pero vi sus intenciones de detenerme, así que ágilmente cambié mi movimiento sin que pudiera verme; lo agarré del brazo y lo lancé contra unas bancas para provocarle.

Todos fijaron su vista en mí preocupados de lo que acababa de hacer contra el alfa. Podía escuchar cómo algunos que le temían a Dominick decían que estaba loca y que no saldría con vida de esta.

-¿Qué? ¿Acaso el alfa no puede contra una pobre debilucha?

-Ahora sí verás el infierno -sentenció enfadado cuando se levantó de los escombros. -¡Nerd. Ven aquí!

Me alejé de él y salí despavorida.

Sus ojos rojos me daban a entender que estaba más que furioso por el ridículo que estaba pasando frente a todos los estudiantes del instituto.

-¡Si me atrapas primero, viejo estúpido!.

-¡Aurora! -Apretó sus manos con la mirada colérica. -¡Aurora ven aquí carajo!

Después de las dos veces que nos habíamos besado, Dominick despertó mis sentimientos de luna hacia él. Me dolía verlo con otra y por ello ahora me las desquitaría porque creía que podía jugar conmigo esta no se la acaba, nadie me va ver la cara y menos él.

Corrí hacia el bosque, lejos de los demás, para que nadie viera lo que ocurriría después.

Podía sentir su esencia detrás de mí, de modo que todo marchaba según lo planeado.

-¡Charlotte, ven aquí! -gritó furioso.

Con una sonrisa, miré hacia atrás y palidecí por la sorpresa al ver a un gran lobo negro de ojos rojos persiguiéndome y mirándome como si fuera su presa.

-¡Ay, maldición!.

No tenía otra opción; sin pensarlo dos veces, me quité mi brazalete de prisa porque él me pisaba los talones, estaba demasiado cerca. Con mucha rapidez, me alejé de él gracias a mi velocidad de vampiro, pero él no se quedó atrás, pues de nuevo lo tenía a cuatro metros detrás de mí.

Dejé de corre y me di la vuelta para verlo. Él hizo lo mismo a su vez, gruñó y se lamió los dientes para intimidarme. Sonreí mientras mi cuerpo empezaba a crujir para cambiar con rapidez.

-Oye Dominick, ¿no te gusta la espada de doble filo?

DOMINICK

Me había hecho pasar un ridículo frente a todos, y eso no se lo perdonaría. Le daría una lección, puesto que ahora todos creerían que podrían hacerme lo mismo.

La estaba siguiendo para asustarla y parecía funcionar porque no dejaba de correr como un ciervo asustado, creí que habría sido suficiente pero ella se detuvo en seco y volteó a verme.

Le gruñí y lamí mis dientes advirtiéndole que no tendría compasión solo por ser mi mate. Sin embargo, sonrío de lado como si fuera una trampa. Empecé a escuchar sus huesos quebrarse para hacerme saber que se transformaría.

Empezó a cambiar con bastante facilidad hasta tomar la forma de una loba blanca del mismo tamaño que mi lobo.

Quedé en shock al ver a semejante loba se sacudirse, sus ojos eran comos los de ella, verdes pero parecían brillar.

Si, me quedé idiotizado hasta que ella me observó acompañado de un gruñido amenazante, comenzó a caminar a mi alrededor con lentitud. Se veía realmente molesta, y su mirada daba miedo, enserio. Era tan aterradora que me quedé inmóvil porque algo dentro de mí me decía que tenía razón.

-¡¿Cómo te atreves a faltarle el respeto a tu luna?! -gruñeron dos voces en mi mente.-¡Como te atreves a ligar con otras en mi cara!

¿Por qué ha? A menos que la otra voz fuera de su loba.

Eso significaba que ella era... una híbrida.

-¿Acaso necesitas que te enseñe a respetarme?

-Yo no te falté el respeto, luna mía. -Traté de calmarla.-Sabes que jamás lo haría.

Gruñó aún más cabreada.

Me sentía impotente al no poder calmarla, pero sabía que estaba enfurecida porque me vio con una de las amigas de Amber.

Me tomó por sorpresa cuando, de la nada, se lanzó sobre mí -logró derribarme- con un gruñido.

-Si vuelves acercarte a otra loba, primero la mataré a ella y luego rechazaré mi puesto de luna y buscaremos a mi pareja eterna -advirtió. -Entiendes, lobo. Yo no te necesito como pareja, no voy a rogarte si continuas así, no voy a soportarlo ¿Entiendes?

"¿Pareja eterna?, entonces... ella es un vampiro también... ¿Qué?"

Se alejó de mí y tomó de nuevo su forma humana.

Repetí su acción y la observé con sasombro al saber que era mitad vampiro y lobo.

-No lo repetiré de nuevo, Dominick.

-¿Serías capaz de abandonarme por un chupasangre?

-Rétame y verás que lo hago -respondió con frialdad. -Yo solo estaré con el hombre que ame y respete como si fuera su diosa. No seré el juguete de nadie.

-Charlotte. Jamás voy a permitirte que me abandones por un maldito chupasangre, nunca.

Sangre de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora