Milenio Vacío II: Viejo Mundo

Tempestad (1/2)

Con el amistoso combate terminado, todos regresaron a sus posiciones aun surcando sobre las tranquilas aguas.

Nami tomó una pausa para verificar como iba su aprendiz, bajando a revisar los puestos que anteriormente había asignado.

—¿Como vas Momo?

—Bien... No quiero decir que es sencillo porque sé que en cuanto nos adentremos más, se tornará peligroso... Pero por el momento todo bien.

—Tsuyu ¿Como está la humedad?

—No ha cambiado, kero...

—Excelente... Puede que tengamos otro rato de trayecto pacifico. —Dijo con un tono aliviado la peli-naranja, pasando con el resto de los chicos para despues retirarse de nuevo a la biblioteca acompañada del rubio que les llevaba café a las piratas.

Con los apuntes de Nami, la habilidad de percepción de Tsuyu y el buen trabajo en equipo de sus compañeros el mar no parecía un problema, logrando ser capaces de prevenir el tomar camino donde se formaron una serie de remolinos al notar el cambio de temperatura evitando una ventisca y continuando por un clima cálido.

Los piratas se encontraban relajados tomando bebidas y comiendo bocadillos aprovechando que los chicos se encargaban del trabajo pesado.

Despues de una hora de tranquilidad, Momo vio su eternal pose notando como el tomar la ruta segura los había desviado bastante.

—Shoji, gira el timón setenta y cinco grados a babor.

—¡Si!

—¡No tenemos aire a favor! —Comentó Sato

Iida y Momo voltearon a ver las velas que casi no ondeaban.

—mmm raro... Tendremos que navegar por otro rubo...

—¡Gira el timón treinta y cinco grados más! Nos desviaremos, pero tendremos impulso.

Jinbei vio a la vicepresidenta con más confianza, no deseando interrumpirla, ni decirle como hacer las cosas, por lo que tosió mirando al agua, siendo Bakugo quien notara el inusual comportamiento del timonel, dirigiéndose a su dirección para observar las aguas que tenían corriente en cruzada.

—¡OYE CEREBRITO! —Llamó su atención el cenizo.

—¡Tenemos la corriente en contra, no vamos a avanzar con este viento!

—¡Ah!

Momo se sintió intimidada por la situación, acercándose a la orilla y percatándose que su compañero estaba en lo correcto; por lo que comenzó a analizar las posibles opciones para salir de ahí.

—Tengo en mente dos opciones... Desviarnos más o regresar un poco para tomar otra ruta. —Dijo sin apartar la vista de su eternal pose.

—¡¿Entonces que hacemos?!

—No la presiones Bakugo.

—Gracias Shoto kun... Este... Regresemos un poco.

—No podemos desviarnos más...

Al escuchar la decisión de la chica, Jinbei volteo a verla un poco desilusionado, más la joven no logró notarlo por estar ensimismada en sus pensamientos.

—¡Shoji, a babor 70 grados!

—¡Pero regresaríamos de dónde venimos!

—Si, pero no podemos movernos aquí.

—De acuerdo...

El barco giró de regreso continuando cerca de las heladas aguas que habían evitado, simplemente cambiando levemente la ruta para no ser afectados por el fenómeno natural que llegara a suceder en la zona. Más no teniendo otra alternativa, Momo decidió tomar la dirección que apuntaba la eternal pose a pesar de rosar el gelido mar.