Valheim

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La media cara de la luna lograba iluminar el camino que guiaba a Valheim, una enorme área de batalla rodeada de gigantescos pilares de roca tallada con rostros y fuego en sus fauces que terminaba por alumbrar la rustica y robusta estructura.

El coliseo estaba rodeado de asientos de madera en varios niveles que les cubrían con techos inclinados siguiendo el perímetro con una magnifica entrada de madera con roca labrada y varias antorchas y luminaria fabricadas con diales.

En el centro con la luna reflejando su bella luz blanca, se encontraba la amplia arena de combate con mezcla de la dura tierra de Valhalla y suaves nubes del cielo, mientras su bardeado perimetral, tenía varias decoraciones de su raro metal y armas colgadas para selección de los guerreros.

Los compañeros del cenizo se mostraban preocupados por quién sería el desconocido rival, mientras en su mayoría los piratas se encontraban entusiasmados por el comienzo de la batalla, siendo la excepción Usopp y Nami que temían por el bienestar del explosivo chico.

—¡Tenemos que detener esto!¡Lo van a matar! —Expresó alarmada la navegante a sus nakamas.

—No será así...

—¿Zoro aniki?

—Estan analizándolo para buscar un oponente a su altura. —Dijo el tritón más relajado

—Los gigantes son honorables y no lucharían un duelo que consideren injusto. —Agregó Kirishima seguro de sus palabras.

—¡¡¡VAMOS BAKAGO TU PUEDES!!!

—¡EEEEEEEEEH!

—¡BAKAGO! ¡BAKAGO! ¡BAKAGO! —Sus compañeros comenzaron a animarlo al igual que el capitán.

—¡YA CALLENSE MALDITOS EXTRAS! ¡EN CUANTO TERMINE CON ESTE IDIOTA, IRÉ POR USTEDES!

—Eso, háganlo enojar. —Burló Sero del joven cenizo.

—Espero que pueda esta vez... —Comentó preocupado Sato

—¿Cómo le fue con los gigantes en Lemuria? —Preguntó preocupado Midoriya

—Logró quemar a uno de ellos, pero su quirk es inútil contra el Haki. —Shoto se unió a la conversación.

—Eso será un problema... —Mencionó serio el cocinero, descansando sus manos en los bolsillos.

—¿El Haki de armadura? —Preguntó Ojiro

—No solo eso. Depende mucho de su Quirk.

—No se dejen llevar... Bakugo es un joven talentoso con buenos reflejos y agudos instintos en combate... Es de nuestros mejores estudiantes. —Aizawa dijo serio, seguro de las habilidades de su estudiante.

—Pues no tienen mucha calidad de estud... —Las palabras del espadachín fueron interrumpidos por un coscorrón de la navegante.

—¡Deja de ofender a los pobres chicos!

—Su falta de experiencia usando sus Quirks, y el por qué son tan débiles; debe ser porque priorizan sus habilidades ahora que les pueden dar uso por estudiar heroísmo... ¿Estoy en lo correcto?

—ACERTADA COMO SIEMPRE, SEÑORITA ROBIN

—De igual manera... Eso no les impide entrenar su cuerpo. —Protestó el espadachín con un chichón en su cabeza.

—Y su mente. —Agregó el tritón, que veía como sus emociones perjudicaban su juicio.

Midoriya veía extrañado como los comentarios y risas afectaban a su compañero, cuando normalmente los abucheos e insultos no lograban dañar su temple, debido a su arrogante carácter; llevándolo a sobre analizar su comportamiento, comenzando a murmurar a gran velocidad, siendo escuchando por Franky que comenzó a encontrarle ritmo a sus palabras.

Milenio Vacío II: Viejo MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora