Cerraron el álbum y se miraron.
—Bueno...
—Ha sido... interesante, ¿verdad?
—No creo que sea interesante revivir el asesinato de Ginny, Harry.
—Pero era necesario. Por fin lo hemos terminado. Y lo hemos hecho a tiempo.
Draco miraba aquel álbum que habían estado haciendo durante las últimas semanas.
—¿Crees que les gustará? ¿O les parecerá absurdo como regalo...?
—Yo creo que es necesario, Draco. No han vivido nuestras experiencias, pero... sí que siguen llevando nuestros apellidos. Y los van a seguir llevando por mucho que les pese. Yo creo que necesitan verlo desde nuestra perspectiva. Y si no, entonces será un álbum de fotos más, uno familiar de cómo sus padres llegaron hasta donde están ahora.
—Tal vez... ¿Deberíamos mostrarles el otro álbum?
—¿Podrás hacerlo? ¿Enseñarles todo nuestro pasado tal y como fue?
Draco se lo pensó mejor. La verdad era que no. Quería que su retoño no viera toda esa parte que había tenido en su día, todos los errores que cometió. No quería decepcionarlo más.
Harry besó su sien, solo para robar ese pensamiento que atormentaba a Draco. Era una tontería que habían inventado entre ellos años atrás.
—Bueno, ¿lo envolvemos?
—No, espera. Todavía queda una última foto que poner.
—¿Una con recuerdo?
—No. Es mejor dejarla libre por si ellos quieren poner alguna. ¿No te parece, Harry?
—También pueden empezar su propio álbum. Solo tienen veintiocho años. Les queda una vida por delante.
—Es mejor que dejemos esta sin recuerdo —insistió Draco—. Al fin y al cabo, es para ellos, no para nosotros.
—Está bien. ¿Cuál quieres poner? ¿Alguna de cuando se graduaron de Hogwarts?
—¿Y la pedida de mano?
—Muy cursi, ¿no? —se rió Harry.
—Ah, ya sé —a Draco se le iluminó el rostro—. Creo que esta es perfecta, donde salimos todos.
—Coincido.
Escucharon la puerta de la calle abrirse. De un solo movimiento de varita, Harry y Draco limpiaron la mesa, dejando solo sus tazas de té para disimular.
—Bueno, mamá ha aceptado a Scorp en la familia —anunció Albus, entrando a la cocina.
—Creo que mamá ha ayudado en eso —sonrió Scorpius.
—¿Qué has hecho con su cuadro? —preguntó Harry al ver que no estaba por ningún lado.
—Está con mi madre.
—Creo que quería contarle junto a tía Luna y tía Hermione el viaje que hizo por el Triángulo de las Bermudas —explicó Albus.
—Algún día va a tener un gran susto esa mujer —suspiró Draco.
—¿Os ha contactado Lily? ¿Os ha dicho cuándo llega de Australia?
—Me ha dicho que llegará a tiempo para mi despedida de soltero —sonrió Albus con diversión.
—Ya, pues espero que no terminéis como los hombres de esa película muggle que se van a una despedida —comentó Harry.
—¿Qué peli? —preguntó Albus.
—Lo más importante es saber qué les pasa —dijo Draco.
—Nada bueno. Y el novio termina perdido y secuestrado.
—¡Papá! ¡No atraigas a la mala suerte...!
—Eso, señor Potter —asintió Scorpius—. O tendré que secuestrar a Al para fugarnos y casarnos en algún sitio muggle.
Harry se rió, al igual que su hijo. Draco miró con sospecha a su primogénito. Muy en broma no lo decía tampoco. Sin embargo, el patriarca de los Malfoy terminó por encogerse de hombros.
A su padre le daría un infarto si supiera que se había casado con Harry en la parte muggle de Las Vegas.
Sobre estas líneas, familias Potter y Malfoy tras la graduación de Lily. Abajo, en la boda de Albus y Scorpius.
~Muchísimas gracias por llegar hasta aquí~
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THEM
FanfictionLas fotografías siempre captaban el momento y quedaba retratado para la historia. Un álbum de fotos, en cambio, capturaba la historia en sí. Y así, mediante ese álbum de fotos tan bien escondido que encontraron, Albus y Scorpius pudieron ser testigo...