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-¿mamá?.-aquella voz me sacó de mi ensoñación y entonces salí del recuerdo para darme cuenta de que mi hijo menor, Anthony, me veía preocupado junto a todos los demás en la mesa.-¿por que lloras?.-me preguntó de nueva cuenta con una mueca de preocupación surcando su achocolatado rostro, ante aquello bajé el postre y, tras dejarlo en la mesa, me llevé los dedos a los ojos que liberaban lágrimas, no las dejé tanto tiempo puesto que las sequé.

-lo siento, no sé que me pasa, creo que me entró algo de tierra a los ojos.-me excusé antes de ponerme de pie e ir directamente al baño dejando silencio detrás de mi.

Al estar entre las paredes blancas del elegante baño me permití llorar un poco solo cuando la puerta estuvo cerrada detrás de mi, lloré en silencio con tanto sentimiento por aquel recuerdo que ni siquiera debió haber sido mío con aquel desconocido que no sabía por que extrañaba tanto, ¿por que me ocurría esto? ¿Qué estaba pasando? ¿Era normal? ¿Me estaba volviendo loca? No entendía por que me dolía tanto el pecho ahora mismo al saber que quizás esos supuestos recuerdos no eran verdad, o que lo fueron y decidí dejar aquello, no entendía que ocurría y toda esa confusión solamente me dejaba todavía más mal y vacía por dentro. Me aguanté lo mejor que pude y traté de tener la mejor cara del mundo después de salir del baño y en lo que duró la fiesta pero simplemente no pude en todo el día, aún así me distraje por ratos como la hora del brindis, el momento en que mi hermano nos presentó de sorpresa a un invitado recién llegado que presentó con orgullo como su novio, un tipo carismático de notable estatura, cabello rojo como remolacha y buen porte llamado Desmond Voltoni, muy bien vestido para la ocasión por cierto, no hizo falta preguntar para saber que era un vampiro del mismo rango que nosotros, de hecho ya lo habíamos visto antes, era un embajador del concejo en Gales, al inicio si me dió recelo pero ver a mi hermano tan feliz me quitó las preocupaciones un momento, más por ver como el recién llegado lo procuraba bien. Todo fue felicidad a partir de ahí al saber que ahora mi hermano finalmente había anunciado una relación, no podía sentirse más feliz el ambiente. Me sorprendió lo mucho que me distraje por aquello cuando ya era bien tarde en la noche, eran casi las doce, y ya todos se estaban yendo.

-¿segura que todo está bien?.-preguntó Jazmin en compañía de Shiro y mis dos hijos, de reojo veía como mi hermano y su novio se iban al piso de arriba tras despedirse con caras cansadas muy bien fingidas.

Awww...

-todo bien, tranquilos, realmente no sé que me ocurrió.-contesté con franqueza, todos me miraron sin verse muy convencidos pero no había manera de replicar conmigo en ese sentido.

-¿te vas a quedar a dormir?.-me preguntó Shiro con delicadeza, yo negué de inmediato dándole una sonrisa tranquilizadora.

-tengo un tema que atender con el líder de la zona y con la regente del estado, ya ves que hay un conflicto territorial con un grupo que está queriendo hacer destrozos.-informé logrando entonces que mi hermana bufara con enfado mientras mi hija me tendía una bolsa de papel con lo sobrante de los cupcakes, creo que habían sobrado tres y me los quise llevar a casa.

-¿todavía no se acaban esa maldita secta de desgraciados?.-preguntó Jazmin exasperada, ella no era la menos rencorosa y con razón, los miembros de la misma secta quisieron secuestrar a una de sus amigas pero no lo lograron.

-ya se está terminando, iremos a audiencia para verificar que realmente haya muerto el obispo luego de ser ejecutado y quemaremos el resto en presencia de todos los concejales.-dicho eso por mi Gerard, mi madre y Johan me hicieron la seña de irnos, ellos después de todo irían a donde mismo que yo.

Alma Sin Memorias; Mi Vida PasadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora