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Narra Roberto:

Me encontraba muy molesto cuando me fui a dormir luego de sus palabras llenas de incoherencias y rabia, más que enojado realmente me sentía molesto y dolido como hacía muchos años no me sentía desde el fondo de mi ser, intenté ser bueno y hacerla confiar en mi pero nada importaba por que estaba demasiado apegada a su familia ortodoxa horrible, desde luego que sabía que esto podría pasar pero cierta parte de mi, que era mucha, pensaba que tomaría la decisión correcta y en lugar de eso ponía a esas personas tóxicas por encima de lo nuestro, por encima de nuestro amor, decir que estaba sorprendido era poco, estaba anonadado en el mal sentido, no entendía por que ella se aferraba tanto sin soltarse de ellos, eso ya no era normal y estaba claro más que el agua, tenía que tomar una decisión o no podría ayudarla para nada de hundirse en el fango de toxicidad donde se encontraba pisando, no puedes salvar a una persona de ahogarse si no toma tu salvavidas y disfruta del daño del agua en sus pulmones, no podía salvarla de una vida infeliz si no renunciaba a lo que le hacía daño con tanta intensidad, no quería decirle ninguna tontería por el calor del momento así que mejor me había ido a dormir al sofá, era incómodo como la mierda pero mi sorpresa fue demasiada al darme cuenta de que no estaba en el sofá cuando me desperté, medio desorientado y cómodo como el diablo, estaba envuelto entre las mantas de la cama, ese hecho me dejó confundido y entonces supuse que ella me trajo aquí, estaba todavía disgustado pero no por eso la ignoraría, me quedé unos minutos hecho bola pensando en que decir o hacer, sentía su peso al lado y eso era suficiente para hacerme sentir tenso, el ambiente estaba tenso, ella seguramente no iba a hablarme y no sabía si podía lidiar con eso, no sé cuantos minutos pasaron hasta que me moví un poco y la busqué con la mirada para poder hablar mejor las cosas, anoche se habían dicho cosas que quizás no eran relevantes hoy y quería hablar mejor para arreglar las cosas, sus padres la hicieron mierda emocionalmente y quería ayudarla aunque ella me odiara, no podía dejarla así.

-amor, ¿donde estás?.-pregunté al aire todavía entre las cobijas al no verla acostada a mi lado, en su lugar estaba la maleta abierta y varias prendas de ropa fuera, por ello supuse que quizás estaba en la cocina ya que las luces en la misma estaban prendidas y entonces me puse de pie con la manta de estrellas sobre mis hombros, no quería que las cosas estuvieran así, no podía dejar que nada fuera mal entre nosotros.

Creo que me equivoqué, después de todo ella no conoce nada más, toda la vida le han hecho daño y por ello no confía ni en si misma... Se siente tan reemplazable aunque no debería...

Caminé varios pasos hasta la cocina y no encontré a nadie ahí, solo el paquete de galletas de chocolate y avena a medio comer que habíamos dejado anoche a la hora de cenar cuando nos entró ganas de algo dulce, la casa no era nada grande así que pensé con seguridad que estaría en el baño ya que la vista que tenía de la sala de estar revelaba que no estaba ahí, quizás estaba encerrada dándose una ducha o algo, suspiré pesadamente pensando en lo que le diría mientras mis pasos se dirigieron nuevamente al cuarto y me dirigí al baño, pensé quizás en alguna travesura para aligerar todo al entrar pero cuando abrí la puerta adentro solo habían unos calzones doblados y limpios junto a los restos de la ropa que se cambió después de hacer el ritual ayer, todo estaba lavado y en su sitio, eso me dió una mala sensación que me hizo regresar a la habitación, intenté tranquilizarme pensando que quizás había ido donde Elija temprano para poder distraerse, tomé mi celular para mandarle un mensaje de texto pero me encontré con una notificación de un mensaje suyo en DesUp, al abrir su chat me encontré con que era un mensaje de voz, me senté entonces en la cama sin entender nada, hasta ese momento reparé en que su ropa de la noche anterior estaba ahí en la mesita de noche mal puesta junto a sus sandalias blancas de arco rosa, esto ya me estaba dando mala pinta, busqué su bolso y sus demás cosas pero esos no estaban ni siquiera bajo la cama, lo que si estaba era su maleta roja con negro vintage estilo vampiro, adentro en una bolsa a medio esconder estaba su libro de brujería, los talismanes y los llaveros, toda su ropa estaba ahí así que me resultaba ilógico todo esto, no saldría desnuda y dudaba que tuviera otro cambio de ropa ahí mismo, me asusté enormemente al ver que lo único que realmente faltaba era ella y su bolso, fue entonces que recordé el mensaje de voz de DesUp y entonces, tras abrir la aplicación, lo reproduje sin esperar ni un minuto más, comenzó mal cuando la escuché llorar y eso me apretó el corazón, tan solo eso había bastado para comenzar a darme un muy mal presentimiento.

Alma Sin Memorias; Mi Vida PasadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora