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Después de unos minutos caminando mientras éramos envueltos en un agradable silencio lleno de miraditas y sonrisas mutuas pude divisar la orilla del río y oír los susurros que hacía el agua al correr de forma apacible por el lugar, era una orilla rodeada por espesura e iluminada por un montón de luciérnagas, había un montón de leña rodeada por un círculo de piedras y un par de troncos alrededor de estas a modo de asientos, apenas unos pocos pasos después ambos quedamos a cada cual al lado del otro en uno de esos troncos, apenas me senté ví que él quedó de pie y de entre sus cosas sacó un encendedor para prender la leña, me apresuré y entonces miré el montón de leña directamente para después estirar mi mano derecha, de un chasquido concentré mi energía en esa mano, sin dejar de mirar el fuego, unas cuantas chispas negras salieron de la nada iluminando todo con su aura blanquecina y espesa, segundos después la leña prendió con fuerza y la intensidad se redujo volviendo el fuego amarillo conforme bajaba la mano poco a poco, él se miró sorprendido pero sonrió segundos después. Su peso al sentarse a mi lado se hizo notar y entonces quedamos ambos sentados al lado del otro, ambos mirando ese fuego, o almenos yo, su mirada sobre mi era algo que se sentía con fuerza, no sabía cómo sentirme con eso.

-¿sabes?... Pasé tantas noches aquí yo solo que te parecería tonto.-mencionó rompiendo el silencio, su voz era queda.-el hecho de compartir este momento contigo es algo que no cambiaría por nada.-mencionó antes de que mi sonrisa se dejara ver, lo miré entonces, sin ninguna pizca de temor.

-gracias por traerme aquí.-susurré antes de mirar directamente el cielo, estaba un poco despejado encima de nosotros, por lo mismo podía ver bien la luna y las estrellas, era simplemente hermoso.-nunca pensé estaría en compañía de otro hombre sintiéndome así de cómoda.-mencioné antes de que pasara su brazo detrás de mi espalda y me pegara un poco a él, esa acción no me incomodó en absoluto.

-¿por que te resultan tan nefastos?.-preguntó directamente, respiré hondo antes de juguetear un poco con mis dedos, estaba nerviosa.

-en varias ocasiones han querido abusar de mi... Sé que puedo defenderme yo sola, de hecho todos ellos terminaron en mi nevera, o almenos los humanos y ciertos vampiros, pero me causa temor pensar que si yo no tuviera estos poderes o fuera lo que soy habrían destruido mi vida y mi interior solo por un bajo gusto.-mencioné antes de ver que su sonrisa decayó casi por completo.

-es normal que una persona desee a otra con intensidad, pero lo que no está bien es que quieras forzar a alguien, tiene que ser mutuo... No entiendo como hay personas que incluso disfrutan ver el sufrimiento ajeno mientras intentan forzar o forzan a la otra persona durante el sexo.-mencionó antes de mirar a otro lado, puse mi mano sobre su hombro antes de poder ver como su semblante se tranquilizó un poco.

-se que estoy a salvo aquí, contigo.-mencioné antes de apoyarme ligeramente contra su hombro, me sentía nerviosa.

-nunca nadie te va a hacer daño si yo estoy a tu lado.-mencionó en un murmullo quedo, en ese momento me sentí un poco insegura respecto a algo.

-¿como le hiciste para liberarme rápido de la estática que nos envolvió cuando estábamos en la Biblioteca?.-me atreví a preguntar sin censura alguna, yo sabía que Décim era poderoso y me habria atormentado más tiempo por algo como eso, el recuerdo no desapareció por gusto de él, alguien debió haberlo expulsado y solo está Shiro.

-mi mamá era un celestial, ¿sabías?.-preguntó bajito antes de que asintiera, al mirar sus manos grandes frente a si mismo tomó aire y entonces miró al cielo.-mi padre era un poderoso psíquico, todos se lo atribuían al vudú, pero no manejaba ninguno de los objetos manejados en esa magia oscura, mi padre era prácticamente una eminencia en ese arte, yo no soy tan poderoso como él en ese campo, pero me se defender, heredé ambas cosas de mis padres... Creo que tu igualas a mi papá, me sorprende pensar que incluso creo que lo superas, pero hay algo que te está frenando,es un sello que yo no puedo quitar.-mencionó eso último dejándome en silencio, yo sabía que mi poder psíquico por mi lado vampiro se debía a mi mamá pero nunca imaginé que sería demasiado, podía incluso levitar o mover cosas, pero nunca intenté nada más, la fuerza física bastaba.

Alma Sin Memorias; Mi Vida PasadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora