Ahora mismo estoy en una cuidad muy lejos del pueblo anterior donde vivía, creo que ese pequeño lugar de mercadeo ya no existe o ya es otra ciudad más grande a día de hoy, el sol se levanta de forma majestuosa el día de hoy siendo trece de febrero del dos mil dos a las nueve treinta de la mañana, en está ciudad corren, caminan y trotan diferentes personas a sus empleos o simplemente a la escuela o a otros rumbos distintos, en cambio yo me encuentro vagando nuevamente por las calles en busca de un par de criminales que llevo meses persiguiendo, ¿han oído la expresión de "como buscar una aguja en un pajar"? Pues esto es muy apegado al dicho, pues los sujetos saben que los buscan y se esmeran mucho en ocultarse de alguien, creo que buscan a un hombre entre la gente, los veo un momento y me mantengo un poco alejada, en espera de un buen lugar para darles caza como Dios manda, siento la adrenalina y la emoción de esto, como un gato que caza efusivamente un ratón por el simple placer de hacerlo y sentirse victorioso, los sujetos que busco no son inocentes en absoluto, son unos hermanos líderes de una pequeña mafia que le está haciendo competencia a la misma en la que me metí, resultó que les gustó mi capacidad cuando me encontré con una pandilla de mafiosos y me reclutaron, la paga era buena así que acepté sin tantos reparos.
Louis y Jerome Azafern... Así se llaman...
Pasan unas cuantas cuadras cuando se dan cuenta de que vengo detrás de ellos y disparan al aire con el objetivo de que la gente corra, creando un disturbio, pero no puedo evitar reír, ¿piensan que eso me va a detener de alguna forma? Comienzo a correr con todo lo que puedo, mirándolos de forma asesina con la espada en la mano ya sin importar que alguien me vea en absoluto, todos parecen demasiado aterrados como para siquiera prestar atención a mi vestimenta o a lo que estoy haciendo, ambos miran para atrás y uno de ellos saca un arco con sus respectivas flechas y no hago mucho por esquivarlas, en lugar de eso siento como se clavan en mi hombro y en mi cuello, pero no detengo mi carrera, cuando uno de ellos ve que no sirve deja caer sus armas y corre junto al otro, podría atraparlos más fácil, pero quiero tener el gusto de hacerlos correr, de ver como luchan por sus miserables vidas y ver la desesperación en sus expresiones, la gente queda de lado cuando se adentran en un callejón y voy tras ellos casi volando de lo rápido que voy, estos malditos son parte de u cartel que secuestra jovencitas para venderlas como prostitutas o para otros fines, unos malditos traficantes de personas, verlos contra esa pared, agotados y con temor en sus mirada me hace sentir genial, me hace sentir como si estuviera vengando a esas chicas.
Si quiero mi dinero esta noche tendré que llevar evidencias de que los maté...
Cuando los tengo acorralados tomo mi arma y ni siquiera me permito dialogar con ellos, es ajetreado pero lanzo mi catana al estómago de Louis y escucho a Jerome gritar, saca un machete de una de sus botas e intenta darme con él, pero sin previo aviso le doy un puñetazo con tanta fuerza que le termino rompiendo el brazo en varias partes, escucho como suelta un alarido de dolor y saco mi espada del cuerpo del otro, oyendo como cae bruscamente al suelo, sin piedad alguna comienzo a pegarle con la katana cuando lo tengo en el suelo, mis risas no pueden faltar del gusto que siento de estar matando a unos sujetos así de repulsivos como ellos, la sangre salpica mientras escucho sus gritos desgarradores, no puedo evitar sentir satisfacción por esto y la culpa no me llega en ningún momento, cuando Louis muere me doy gusto tomando a Jerome del cuello de la camisa y levanto mi puño antes de comenzar a impactar con este en su rostro repetidas veces, veo como su rostro se deforma tanto que termina irreconocible y muerto entre mis brazos, solo así me ánimo a enterrar mis colmillos en la carne de su mejilla y comienzo a beber todo cuanto puedo.
¿sera incorrecto hacer justicia de esta forma?...
~•~
-sabía que cumplirlas con este trabajo trece.-dice Richie entregándome el dinero después de presentar las evidencias de la muerte de los Azafern, llevé sus cabezas en una mal oliente bolsa de tela.
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Alma Sin Memorias; Mi Vida Pasada
FantasyLa sombra de quien fuiste te persigue sin cansancio, no puedes huir, no puedes correr, no puedes esconderte de quien aparece pisando tus talones cuando aún hay luz, no puedes esperar en la oscuridad para que su presencia se marche, pues al fin y al...