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-bien, en vista de que han hecho su trabajo maravillosamente tengo una buena recompensa para ambos.-dijo Jacob poniéndose de pie, se dirigió a pasos lentos en dirección a una estantería y entonces tomó una caja de madera de apariencia antigua de entre sus manos.

Oliver, Jacob y yo nos encontrábamos en la oficina de este último firmando unos cuantos documentos y entregando los informes confidentes que teníamos la obligación de entregar con detalles específicos y pruebas, en primera instancia teníamos las pruebas de los Moon y, en segunda, teníamos las pruebas también de las vampiresas y todo el séquito junto a los respectivos informes y actas de defunción así como las fotografías adjuntas, a mi me gustaba dar como prueba física una parte del cuerpo pero debido al tiempo que pasó entre uno y otro estas se habrían dañado bastante rápido así que preferí llevarme cabello y muestras, de el séquito de los Moon me llevé isótopos con muestras de sangre y con las vampiresas me tuve que llevar dedos o muestras de sangre al volver esa misma noche a la escena del crimen, claro, las que no se dañaron por el fuego, en caso de ser así lleve restos calcinados que mandarían a analizar debido a que no quedó ni cabello o sangre en algunos casos. Jacob al tomar la pequeña arquilla sencilla se volvió a sentar en la silla giratoria y entonces nos miró fijamente, al abrirla tenía varios papeles dentro y entonces tomó una chequera de adentro, un bolígrafo especial de punta fina, un frasco de tinta negra y un sello oficial propio de la empresa con la que camufló su mafia, era un banco aparentemente llamado Better Economical Work Server, o abreviado era mejor conocido como BEWS, esas iniciales estaban en todos lados dentro de los despachos, solo entonces al sacar esas cosas nos miró y sonrió para después aplicar algo de tinta a su bolígrafo de cristal.

-muy buen trabajo chicos.-dijo y entonces comenzó a rellenar los campos correspondientes en las pequeñas hojas rectangulares verde claro de la chequera.-nesecito que la semana que entra se encarguen de alguien más, es un interno infiltrado en la escuela, es de una mafia que busca derrocarme y ganar terreno dentro de la zona, se hacen llamar el loto negro, son ex miembros de la mafia japonesa yakuza que están intentando prosperar aquí.-informó antes de que Oliver se cruzara de brazos.

-¿que nesecita exactamente que hagamos?.-preguntó antes de que Jacob sellara y arrancase el primer cheque.

-quiero que los acaben de raíz a todos, no quiero sucios japoneses enturbiando mi territorio.-dijo antes de que yo sonriera con altivez.

-si sabe que tengo ascendencia japonesa, ¿verdad?.-pregunté divertida antes de que él negara con la cabeza.

-pero no tienes una tendencia a normalizar la pedofilia como ellos, ¿o si?.-preguntó antes de que mi sonrisa divertida se borrara, me miró serio.-eso es lo que conlleva tener yakuzas en el territorio, desaparición de niños para trabajos manuales... Puedo ser un cabrón que mata y tortura pero no me gusta meter mujeres y niños en mis asuntos.-dicho eso por un momento pensé que era un error pensar en desertar contra él.

-wow... No pensé que tuviera corazón, señor.-opinó Oliver, pero entonces Jacob soltó una risa socarrona.

-no es por altruismo, los niños me sirven mejor por que al crecer puedo usarlos como mano de obra, y las mujeres... Pues que te digo, pueden serme útiles para matar el tiempo o llenar los cabarets que hay con mucha demanda en la ciudad, eso o también para servidumbre, como sea... Si se me antoja un culo tener reservas de mujeres es útil por que solo chasqueo un dedo y me tienen servida a una jovencita o varias más, lo mejor es que nadie las buscará y cuando me aburra puedo mandar a que simplemente se deshagan de ellas.-dijo con total diversión en la cara y muy a la ligera, mi sonrisa fué más falsa que un billete de cincuenta centavos y Oliver también se notó plástico al respecto.

No es más que un hijo de puta disfrazado de altruista... Merece morir también...

-cierto, aveces las mujeres suelen ser tan irritantes y banales, son muy poco aptas hasta para existir.-dijo Oliver apoyando sus palabras, lo miré de reojo y noté que todo era actuado, por debajo de la mesa tenía los puños apretados con fuerza, Jacob rió con evidente humor.

Alma Sin Memorias; Mi Vida PasadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora