CINCO - EL PRINCIPE

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Se quedo estática por varios minutos mirando el fuego de la chimenea y escuchando únicamente que el crujir de la madera consumida por este. Había paz en esa habitación, pero no había paz en su mente.

Primero se sintió estupida y mal agradecida con su tío Valerion, deduciendo que Valerion ya sabia de los planes de Viserion y que su tío únicamente aportaba una solución para que no tuviera que casarse con uno de los príncipes. Luego se sintió molesta ¿Por que simplemente no se lo dijo? ¿Por qué no le dio la carta desde el primer momento que se vieron? Paso de sentir ira contra Valerion a sentir ira por su hermano.

Ella estaba en Kings Landing soportando malos tratos, humillaciones y "aferrándose" a la idea de que un día se casarían, pero le enfureció saber que al final era la única que seguía "ahí" con una esperanza. Se sintió traicionada, decepcionada y furica, por un momento pensó en ir a decírselo a sus padres y que ellos intervinieran en los planes de Viserion, pero reacciono que estarían dormidos o - en el caso de Gaemon - muy ebrios para comprenderlo.

Llego a la conclusión que quería salir de ahí, quería estar en su "entorno", quería estar con Gargyla. Así que hizo una bola el papel de la carta y la lanzo al fuego, se puso de pie poniéndose su ropa más vieja y sucia para después escabullirse entre a oscuridad de los pasillos.

Camino y camino, entre pasadizos y corredores hasta llegar al santuario donde tenían el craneo de Balerion - el cual ni si quiera se detuvo a observar, pues lo veía cada que se escabullía del castillo - estaba por bajar las escaleras que daban a uno de los patios cuando sintió que alguien la tomo del brazo: era Aegon.

-¿Deberías estar aquí? - pregunto el príncipe sonriente.

Viserra no dijo nada, lo miro con cara de pocos amigos y termino por soltarse de su agarre para seguir bajando las escaleras.

- Desapareciste muy rápido del banquete - agrego Aegon siguiendola.

-¿Y a ti que mas te da? ¿No tienes una taberna o burdel al cual asistir? - agrego Viserra sin detenerse y caminando rapidamente entre las sombras.

-Posiblemente, pero te vi escabullirte y pensé ¿Por que no unírmele?

Viserra freno en seco y volteo a ver a Aegon.

-Dejame sola - dijo la joven.

-¿Que es lo peor que podría pasar?

Viserra se echo a caminar.

-Solo una noche - insistió Aegon - beberemos en cada taberna de la ciudad, cantaremos con el pueblo y veremos la maravilla de Kings Landing.

-Si te refieres a las calles llenas de mierda, entonces si hablas de Kings Landing.

De nueva cuenta Aegon la hizo detenerse tomándola del antebrazo izquierdo.

-¿Por que eres tan hostil conmigo? De toda mi familia soy el que menos te molesta.

-¿Que quieres de mi? ¿A que quieres venir conmigo? Harías lo mismo tu solo que acompañado de mi ¿Cual es el punto? - pregunto Viserra desesperada.

Aegon se quedo callado en unos momentos viendo sus ojos violetas brillar entre la poca luz que llegaba a ellos. Nadie en su familia tenia los ojos violetas, pero en la familia de Viserra - que tenían menos sangre Valyria - todos mantenían los ojos violetas de los Señores Dragón.

-Si no me llevas, gritare a los guardias.

-Si claro - se burlo Viserra.

-¡GUARDIAS! ¡GUARDIAS! - grito Aegon a todo pulmón

-Shhh, shhh - Viserra llevo sus manos a la boca de Aegon mientras miraba a todos lados.

-¿Has cambiado de parecer?- pregunto Aegon "liberandose".

REIGN OF TERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora