REIGN OF TERROR

CUARENTA Y DOS - NEGROS Y ROJOS.

Abrio los ojos de golpe, sintiendo el pecho presionado, sintiendo su cuerpo pesado y el sentimiento de que de milagro se habia escapado de algo malo. No recordaba que habia soñado, pero estaba segura que no habia sido algo bueno.

Poco a poco se giro en la cama para encontrarse a Aemond sentado al filo y perdido en sus pensamientos. Viserra sonrió, pero poco a poco la sonrisa se desvanecio al ver que Aemond no llevaba su parche, el cual unicamente se quitaba para dormir o cuando estaba verdaderamente afligido.

-¿Qué sucede? - pregunto Viserra sentandose en la cama y tomando suavemente el brazo de Aemond.

Aemond volteo a verla, paso saliva y tomo la mano de Viserra.

-Mi padre ha muerto - murmuro el principe - ... paso mientras dormia, Rhaenyra vino a buscarme tan pronto se entero y...

Viserra habia sufrido muchos momentos incomodos y corajes por las decisiones de Viserys, pero no podia negar que el rey fue de los pocos que fueron amable con ella en todo momento y que habia adorado a Rhaella. ¿Qué habia pasado? Si bien la salud de Viserys habia decaido los ultimos años, le era dificil asimilar la noticia pues anoche lo vio completamente bien.

-Lo siento, mi amor - agrego Viserra acercandose a Aemond para abrazarlo.

El principe correspondio el abrazo, se aferro con fuerza a su esposa mientras hundia su rostro en la curva del cuello de Viserra. Aemond era como Viserra en ese aspecto, no le gustaba demostrar su lado emocional y vulnerable, pero su padre habia muerto y solo podía sentir que días dificiles se aproximaban.

-¿Qué debemos hacer? - pregunto Viserra separandose un poco de Aemond para verlo al rostro.

-Rhaenyra no quiere coronarse hasta que pase el funeral... - explico Aemond y Viserra asintió - y Jace ya esta de camino a Harrenhal para darle la noticia a tu padre.

-¿Mi padre? - pregunto Viserra sin entender.

Aemond asintio.

-Mi padre queria un funeral simple en el Septo de Roca Dragón - continuo el principe - nos vamos a después del atardecer, solo la familia, nada de cortesanos ni consejeros... esos fueron los deseos de mi padre.

-Aemond - dijo Viserra tomandolo de las mejillas y levantando su mirada hacia la de ella - te amo ¿si? Ray y yo estaremos siempre contigo.

Viserra de nuevo abrazo a Aemond, tan fuerte como si con ese abrazo pudiese sanar las heridas de su marido. Viserys habia amado a todos sus hijos, aunque era notoria la preferencia que tenia por Rhaenyra, aun así Aemond sintio el amor de su padre. No habia sido un padre con el cual podia entrenar, cazar o volar sobre un dragón, pero habia sido quien le ayudo con el alto valyrio, con quien hablaba de libros y historia.

La familia entera se preparo para emprender el viaje a Roca Dragón, la campanas del septo sonaron dando la noticia y los cortesanos presentaron sus respetos a la viudad de Viserys y su heredera.

Para cuando cayo el sol, la reina Alicent, la princesa Aliandra, el principe Viserys y la Septa Helaena zarparon hacia Roca Dragón con el cuerpo del rey y los capa blanca. El resto montaron sobre sus dragones y se dirigieron al este, todos excepto el principe Daeron, quien aun estaba inconsciente y la princesa Rhaella, pues Aemond y Viserra acordaron que era muy joven para asistir a un funeral.

Cuando los dragones descendieron, la reina y el resto ya estaban ahí. Se harian un par de rezos en el interior del nuevo septo - uno que Lady Lelia mando a construir por fuera de los muros y rodeado de un bello jardin - y después Syrax encenderia la pira funeraria a las afueras del septo.

Aemond espero a Viserra junto a las cuerdas de Meraxes, faltando pocos "niveles" la princesa tomo la mano de su esposo y descendio en un brinco. Se miraron a los ojos y Viserra sonrió para tratar de consolar a su marido, el principe también sonrio - pero sin mucho animo - y acomodo los cabellos que se escaparon del peinado de Viserra.