VEINTISEIS - ¿PRINCESA?

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Durmió toda la noche sin problema para coincililar el sueño, durmió con la esperanza de ver a Aegon en sus sueños y jamás despertar a enfrentar un mundo sin él, cuando finalmente despertó no sintió dolor o algun sentimiento parecido, solamente sentía un vacío en su pecho y la sensación de estar completamente sola en el mundo.

Se suponia que ese día y los que le seguian serian diferentes, serian días de celebración junto al hombre que amaba, pero no más... todo habia cambiado tornandose un tanto oscuro. Aliandra durmió con ella esa noche, para vigilarla de no hacer nada estupido, pero ni la presencia de su amiga le pudo sacar unas palabras. Desayuno -sin ganas- y la vistieron de negro para el funeral.

Alicent le pidió que fuese con ella en el carruaje (que seguiria el que transportaria el cuerpo de Aegon) pero Viserra no tenía ganas de ver el cuerpo sin vida de su marido exhibirse por todo Kings Landing. Asi que pidió que soltaran a Meraxes y voló hasta la pira funeraria a lomos de su dragona.

Afuera de los muros de Kings Landing, bajo un cielo gris que advertia una pronta tormenta, Sunfyre encendió la pira funeraria de su antiguo jinete. Lo ideal es que Viserys - como rey - fuese quien estuviera al centro y frente de la ceremonia, pero Viserra mando al carajo todo protocolo y se situó lo más cerca que pudo.

Tan cerca que algunas llamaradas le alcanzaron quemándole la mano, sintió el dolor de la leve quemadura, pero no se quejó y se quedó inmóvil tras el velo negro que le caía en la cara viendo el cuerpo de Aegon ser consumido por las llamaradas doradas.

Lloro de nueva cuenta, de una manera más calmada, con sollozo tranquilo y con un par de lagrimas corriendole las mejillas. Volteo hacia atras y vio a sus padres, hermano y tío con la mirada clavada en la pira, volteo en la otra dirección y vio las caras tristes de la familia real, pero nadie lloraba, nadie sufria como ella, ni si quieres los propios reyes quienes habian traido a Aegon a este mundo, dando así otro motivo para que Viserra los destestara más ¿Cómo no podian volverse locos de dolor? ¿Cómo no podian honrar a Aegon con un par de lágrimas? ¿Cómo no podian sentir el enojo que ella sentia? Ahí se dio cuenta que ella y Aegon habian sido todo lo que tuvieron uno al otro, pero ahora solo era ella.

La verdad es que si podía creer que esto le estuviera sucediendo, porque ¿Desde cuando la vida era tan amable con ella? ¿un esposo y un bebé? Viserra había soñado en grande, demasiado grande y los Dioses la habían castigado, al menos eso pensaba ella. Su bebé, era todo lo que tenía de Aegon, era todo lo que la hacía estar ahí de pie, era todo lo que le impedía subir sobre Meraxes y quemar el mundo entero en venganza.

Solo podía pensar en Aegon, sus primeras escapadas a las calles, la apuesta en el torneo, la primera vez en el burdel, las "competencias" de quien bebía más cerveza, cuando lo vio con su armadura en Tarth, los inolvidables días en Dorne y cuando le dijo que serían padres.

Ahora solo serían ella y su bebé, sin Aegon, sin la ilusión que el principe tenía de sostener al pequeño en sus brazos... porque su Aegon habia muerto y una parte de ella se fue con el.

Aemond estaba de pie al otro lado de la pira funeraria, llevando el dolor de su perdida muy a su manera. Al igual que Viserra, no despego su mirada de la pira funeraria y como el fuego consumia el cuerpo de su hermano.

Aemond habia pasado casi toda su vida odiando a Viserra y sintiendo nula compasión por ella, pero cuando la vio llorar frente a la pira funeraria, cuando vio sus lágrimas, lo rojo de su cara y escuchó su sollozar, el queria ir hacia ella, abrazarla y decirle que sin importar que sucediera el estaria para ella y para el bebé, pero se contuvo, sitiéndose culpable de tener sentimientos por la viuda de su hermano, especialmente ahora que sabía lo mucho que Viserra habia amado a Aegon.

REIGN OF TERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora