VEINTICUATRO - VISERION TARGARYEN

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El día de la boda habia llegado, una gran ceremonia en el septo de la ciudad seguida por un gran banquete y siete días de torneos y celebraciones. Si bien Aegon no era el heredero - y estaba muy lejos de serlo - su matrimonio con Lady Viserra representaria la union de las dos facciones de la casa Targaryen, ese bebé en el vientre de Viserra seria el más alabado en los siete reinos desde el nacimiento del principe Jacaerys.

Desde muy temprano los sirvientes comenzaron su día: la comida, los arreglos florales, alistar los caballos, planchar los atuendos y adornar el salón del trono. Viserra fue despertada poco antes de lo que se acostumbraba - apenas si habia dormido la noche anterior - desayuno en su habitación, la bañaron, limpiaron sus uñas (de pies y manos) y la atendieron como nunca antes que le resulto tan abrumador. 

Viserra hubiese explotado contra sus sirvientes de no haber sido porque su madre estaba ahí para tranquilizarla, así como Aliandra Martell. Ambas jovenes intercambiaron regalos: Aliandra le dio a Viserra un brazalete de oro - como aquel que habia tenido - en forma de dragón, el cual usaria ese mismo día y Viserra le dio un traje para montar en color negro con dorado y cobre - los colores de la casa Martell.

Aun así, Viserra parecia no estar "presente", por largos lapsos de tiempo se perdia en sus pensamientos, especialmente en lo sucedido anoche.

*La noche anterior*

Viserra corrió en dirección de Viserion, quien la recibio con los brazos abiertos y se aferraron uno al otro contentos después de no verse en más de dos años. Viserion era muy querido para la joven, nadie igualaba su energia como el - ni si quiera Aegon - la idea de que no estaria presente en ese día tan importante para ella fue algo que le dolia, pero llego asimilar, así que verlo ahí le tomo por sorpresa. 

-Te eche de menos - murmuro Viserra aun abrazada a su hermano. 

-Estoy aquí, eso es lo que importa - contesto Viserion y dejo un beso en los cabellos de su melliza. 

Se soltaron, dando un paso hacia atras para verse al rostro, Viserion con el dedo gordo seco las lágrimas de su hermana. 

-¿Quieres vino? - pregunto Viserra sonriente. 

Viserion asintio, por lo que la joven se puso en marcha a la mesa y sirvio una copa para su hermano, cuando volteo lo vio sentado en uno de los sofa de la salita y le entrego su copa. 

-¿No beberas conmigo? - pregunto Viserion.

Viserra se sento a su lado. 

-No - la joven apreto los labios, aun no queria decir nada de su embarazo - ya bebí demasiado en la cena, pero dime ¿Cómo es que...? ¿Cuando llegaste? ¿Por qué no me dijiste nada? Pense que estabas escondido. 

-Lo estaba - dijo Viserion acomodandose de lado para ver a su hermana al rostro - pero... las cosas no salieron como lo planee y cuando vi la oportunidad de irme la tome, no dije nada porque no queria darte falsas esperanzas. 

-Debiste buscarme a mi, no a Valerion - Viserra tomo las manos de su hermano.

-¿Qué esta pasando contigo y Valerion? Dijo que estabas muy... distante con él. 

-¿Qué más te contó?

Viserion sonrio burlonamente, se solto de las manos de Viserra y se inclino a dejar la copa de vino en la mesa del centro. 

-Si te refieres a que te lo estabas cogiendo, eso ya lo sabia, mucho antes que padre. 

Viserra se sintio nerviosa y bastante apenada. 

-Bueno, pues ya ha terminado eso, no vendra a la boda ¿Cierto?

-El idiota te ama ¿En serio crees que vendra a verte casarte con otro hombre?

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