*FINALES DEL AÑO 134 D.C.*
-¿Rhaella?... - resono la voz de Aemond.
Aemond caminaba por el nivel más bajo y oscuro de la fortaleza roja, dirigiendose aquella grieta en la pared donde entraba un poco de luz. El y Ser Arryk habian pasado la ultima hora buscando a la princesa, estaban desesperados al no encontrarla, casi imaginando lo peor. Pero entonces Aemond vio una silueta asomarse por la grieta y rápido volverse a esconder.
El principe apresuro sus pasos para llegar hasta ahí y tan pronto cruzo la grieta vio sus cabellos plateados tratando de escalar la superficie rocosa para evitar el regaño.
-Ni lo pienses, regresa de inmediato - dijo Aemond a su hija.
Rhaella suspiro sabiendo que no habia escapatoria y regreso hacia su padre. Por un momento Aemond estuvo furioso, más que nada preocupado, pero cuando su hija volteo hacia el - con unos ojitos brillosos y un puchero - el principe no tuvo fuerza para darle un sermon. Aemond suspiro y se puso en cuclillas para estar cara a cara con Rhaella y la sostuvo de los brazos.
-No puedes venir aqui tu sola, quiero que lo entiendas - dijo Aemond.
-Pero me gusta aquí... aquí Alicent no puede...
-Tu abuela - corrigio Aemond.
Rhaella suspiro.
-Aquí mi abuela no puede obligarme a pasar tiempo con ella... no me gusta ir al septo y me obliga a no poner los codos sobre la mesa.
Aemond rio entre dientes al ver tanto parecido entre su esposa e hija, porque - para el colmo de Alicent - Rhaella era igual a su madre: rebelde, osada, contestona, impaciente y obstinada, aunque también tenia algo de Aemond: culta, intelectual y observadora, a sus cinco años ya leia y escribia, y hablaba Alto Valyrio perfectamente, incluso mejor que madre.
Físicamente poseía los rasgos valyrios cabello plateado, piel palida, con un ojo azul y otro violeta, y una belleza descomunal. Estaba ligada a un dragón: Morghul, del cual estaba impaciente por montar.
-¿Entonces que quieres hacer ahora? - pregunto Aemond.
Rhaella no contesto, solo volteo a ver el horizonte y el cielo tomando los colores del atardecer, Aemond entendio de inmediato y se sento sobre las rocas.
-Entonces nos quedamos - murmuro el principe.
La princesita pronto se acomodo junto a su padre, recargando su cabeza sobre el brazo de Aemond. Pasaron unos segundos disfrutando del aire fresco, la brisa del mar y la tranquilidad que unicamente podian encontrar en ese lugar, cuando a lo lejos se avistaron las enormes alas de Meraxes.
-¡Es mamá! - grito Rhaella emocionada.
Se puso de pie y se echo a correr al interior del castillo sin esperar a su padre. Aemond rio entre dientes y poco a poco se puso de pie para seguirla. Rhaella corría tan rápido como un liebre y tan pronto paso de Ser Arryk el caballero la siguio.
Corrio y corrio por aquel pasadizo hasta llegar a uno de los patios del castillo, pero no se detuvo siguio tan rápido como sus pies se lo permitian, en ocasiones volteaba hacia atras y sonreía divertida de ver como Ser Arryk la perseguia y suplicaba que parará.
Entonces golpeo contra "algo" cayendo sentada al piso y cuando observo al frente vio una falda verde: era la reina. Alicent se agacho un poco, ayudo a Rhaella a ponerse de pie y pronto comenzo a limpiarle la cara con un trapo.
-¡No deberias estar corriendo! ¡Deberias estar en tus lecciones con Aegon y Viserys! - dijo la reina.
Rhaella hizo cara de pocos amigos y tan pronto vio a su abuelo - el rey Viserys - corrio hacia el para abrazarlo. Viserys solto el baston y sonrio ampliamente al ver a su nieta, y con el unico brazo que tenia la sostuvo.
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REIGN OF TERROR
FanfictionDespues de la muerte de Maegor I, su esposa Rhaena Targaryen se da cuenta que esta embarazada. La linea de sangre de Maegor continua, generando tensiones con la familia de Jaehaerys por generaciones. Mientras los Targaryen de Roca Dragón (linea de M...