TRECE- FUEGO Y SANGRE

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Vermax, Vhagar, Sunfyre y Caraxes arribaron en las costar de Tarth al anochecer, descendiendo a unos cuantos metros del campamento conformado por casas de Poniente. Pronto Aemond y Daemon se apresuraron a encontrar la carpa de operaciones para hablar con los almirantes sobre el plan de ataque, mientras el principe Jacaerys se encargo de ver que los dragones fueran alimentados... Aegon camino hasta el centro del campamento en busqueda de compañeros de copas - porque necesitaba un buen trago después de que durante su vuelo no hizo otra cosa más que sobrepensar la situacion con Viserra - pero no encontro más que soldados heridos, cansados y con el espiritu roto.

Se decidio que el ataque seria hasta la mañana siguiente, por lo que los principes tendrian la noche entera para descansar. Sobre su catre, Aegon no encontro descanso, seguia recordando a Viserra saliendo del salón del trono, la mirada furiosa que Gaemon le echo a la joven, la manera en que ella lloraba y sobre todo como le hablo rehusandose a despedirse de él. Quiso no tomarselo personal, entendia que Viserra estaba así por su padre, ahora solo esperaba que a su regreso - si sobrevivia - la relacion entre ambos fuera tan buena como lo fue hace días.

-¡Duermete! - dijo Jacaerys dandole un almohadazo.

Hizo su mayor intento por coinciliar el sueño, pero tardo bastante y para colmo su descanso se sintio como que si hubieran pasado tres segundos. A la mañana siguiente fue despertado por el ruido metalico que hacia la armadura de Jace cuando se la colocaban, salio a probar el desayuno más insipido de su vida y después a escuchar el plan de Daemon.

-Has estado muy callado - dijo Aemond a su hermano.

Aegon estaba concentrado en ensillar a Sunfyre, mientras Aemond se ajustaba el cinturon de la espada y colocaba la daga en su sitio.

-¿Tiene algo que ver con cierta salvaje? - insistio Aemond.

-No la llames así -Aegon volteo a ver a su hermano, pero su "amenaza" unicamente divirtio al menor.

-Te la cogiste ¿Cierto?

-¿Y desde cuando te importa ti eso? ¿No eres el Señor "No profanare el cuerpo de una mujer hasta el matrimonio"?

-Es en contra de los siete copular antes del matrimonio - insistio Aemond.

Aegon solto una risa.

-Tu en serio necesitas "copular" - se burlo Aegon - por eso estas tan amargado, necesitas mojarlo.

Aemond gruño en desagrado.

-¡Ves! Demasiado santurron para importarte mi relación con Viserra.

-No me importa tu relación con Viserra, pero resulta fascinante que lograras "domarla", ya era hora que alguien le hiciera frente -contesto Aemond.

Aegon suspiro ante las palabras de su hermano, termino de ensillar a Sunfyre y volteo a ver a Aemond.

-Ella es buena y divertida, espontanea y juguetona, es...

-¿Una imprudente irremediable? Tal vez por eso se llevan tan bien - agrego Aemond - como sea, me alegra que no me eligiera a mi.

-A mi también - contesto Aegon con una sonrisa girandose hacia Sunfyre.

En ese instante llego Vhagar, lista para llevar a su jinete a batalla. Más que ocuparse pensando en Viserra, Aegon estaba nervioso por su primera batalla... el no era habil con la espada como su hermano y no tenia un dragón tan feroz como Daemon, aun le sorprendia que su padre lo tomara en cuenta para el plan, ahora solo esperaba regresar con vida a Kings Landing.

-¿Vienes o no? - pregunto Aemond entre las cuerdas Vhagar.

Aegon no contesto, después de un parpadeo salio de su transe y se apresuro a subir a la silla de montar, miro a su izquierda para ver a Aemond - en busca de que su hermano le dijera que todo estaria bien - pero el menor y su dragona ya estaban tomando altura.

REIGN OF TERRORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora